BEBIDAS ALCOHÓLICAS: TIPOS, CARACTERÍSTICAS Y RIESGOS EN UNA MISMA COPA

En 1867 fue descubierta en Alemania una botella que en su interior contenía apenas poco líquido pero que suponía un total misterio su composición lo que motivó a los investigadores a comprobar de qué se trataba. Sorprendentemente en el yacimiento arqueológico se habían topado con la botella que contiene el vino más antiguo del mundo, hallazgo único que ningún equipo se atrevió a abrir. Fue enterrada con un noble romano en el año 350 d.C, permitiendo afirmar que las bebidas alcohólicas datan desde hace cientos de años.

Actualmente algunas muestras se exponen en museos o exhibiciones para los amantes del licor, así como en unos años quizás ocupe un lugar el vodka de millonarios por ser la botella más cara del mundo con un costo de 3.75 millones de dólares. Se estima que se consumen 5 billones de esta al año al igual que otras bebidas alcohólicas, desconocemos muchas veces los efectos de su ingesta así que las ventajas y desventajas serán presentadas en el siguiente artículo junto con curiosos detalles.

BEBIDAS ALCOHÓLICAS - UNA NECESIDAD IMPERANTE PARA ALGUNOS

Un paseo por civilizaciones enteras

Para muchos es seguramente intrigante saber de los inicios de las bebidas alcohólicas y su rol en la historia, dado que los judíos mencionan al vino por sus propiedades medicinales y en otras culturas otras hacen referencias a brebajes.

Todo parece indicar que la cerveza fue la primera en ingerirse dado que el ser humano la elabora desde hace 10.000 años. Los antropólogos fomentan esta teoría ya que han hallado evidencias de su consumo en la antigua China o Babilonia, donde los trabajadores de dichas regiones la usaban como bebida refrescante.

De acuerdo con la mitología egipcia, fue Osiris quien enseñó a la humanidad como fabricarla, sin embargo, es posible que los primeros grandes bebedores fueran los sumerios porque hace miles de años ya conocían cómo prepararla. Como prueba de ello se han encontrado calderas y barriles donde se almacenaba.

Si hablamos sobre las bebidas fermentadas  como el vino, sidra y la cerveza, nos referimos a aquellas bebidas alcoholicas que derivan de un proceso denominado fermentación alcohólica, donde microorganismos unicelulares, levaduras, transforman la materia prima que es el azúcar, en alcohol por medio de un proceso enzimático.

Estas no superan los 16 grados de alcohol ya que después de dicha cantidad los microorganismos no tienen alimento para continuar su labor de desdoblamiento. Generalmente se producían en la antigüedad de forma espontánea razón por la cual en las culturas existentes, se asociaban con los milagros y lo divino, tanto que en la Edad Media estuvieron controladas por la Iglesia por tratarse de sustancias medicinales.

Es desconocida la fecha precisa del nacimiento de estos importantes fermentos, pero algunos historiadores sugieren que nacieron en Medio Oriente cerca de 9000 años A.C.

Por otro lado encontramos las bebidas destiladas obtenidas tras un proceso de destilación de las bebidas fermentadas que, según datos antiguos, fueron realizadas por los árabes en el siglo VIII como consecuencia de su búsqueda del elixir de la eternidad.

Establecieron un sistema de purificación donde el calor se trabajaba minuciosamente experimentando con los puntos de fusión del agua y del alcohol, para finalmente obtener el espíritu de la bebida en cuestión; de allí el nombre de bebida espirituosa o aguardiente, es decir agua que arde.

Muchas de ellas no son un producto común y corriente, son algo especial, diferente, y en definitiva las bebidas alcohólicas han acompañado al hombre desde mucho antes que se volviera sedentario. Para entenderlo mejor es necesario conocer su origen aunque resulte difícil dar con fechas exactas, significando adentrase en tiempos remotos y cientos de hallazgos que explican cómo influyeron en las sociedades pasadas.

Un caso es el construido del antiguo Egipto donde se conoce la elaboración de vino a las orillas del delta del Nilo, que sorprendentemente inició un proceso que se mantiene vigente en la actualidad. Se clasificaba el vino por calidades convirtiéndose además en los creadores del antecedente de la etiqueta en las botellas: marcaban la información sobre sus ánforas de vino como datos del viñedo de procedencia, color y calidad.

Fue en Grecia donde tuvo lugar otro importante acontecimiento, la cuna de conflictos bélicos es la civilización que lleva al vino y otros licores hacia el Mediterráneo, especialmente a Italia, donde el impero Romano se encargó de distribuirlo y llevarlo a toda Europa.

¿A la vuelta de la esquina?

Los establecimientos donde eventualmente se reúnen personas a compartir una celebración o simplemente un rato con amigos y familiares, son centros sociales en los que comúnmente se invitan tragos de licor.

Estos no están exentos de historias que atrapan a los clientes mientras disfrutan de sus bebidas alcholicas en un ambiente agradable. Quizás has estado en una taberna, por decir un ejemplo, y no sabes la razón de su nombre o un bar al que recibiste una invitación.

Son esos detalles parte de los cimientos de muchas sociedades europeas que hoy en día gozan de reconocimiento por mantener la tradición de sus ancestros quienes también valoraban el dulzor o acidez de una buena bebida.

Viajar por Italia es mucho más que visitar sus imponentes monumentos, es conocer que la palabra taberna deriva de sus calles describiendo un tipo de local comercial abierto de cualquier ciudad de la antigua Roma. Por ello son el antecedente más cercano a lo que conocemos como tabernas de vinos, también llamadas Thermopolium, donde se servía vino caliente.

Las tabernas de vinos son legendarias, nos demuestran el fervor a un trabajo en el que se respira la cultura y la tradición desde hace siglos, envolviendo a los expertos más exigentes a descubrir las más antiguas del mundo. En este concepto aún seguimos en Europa, específicamente Málaga, España.

La Taberna D. José de la Guardia fue fundada aproximadamente en el año 1840, foco del evento organizado por la visita de la Reina Isabel II, donde entre otros tantos festejos, se presentó una Feria de Muestra con todos los productos de la Provincia.

No es extraño que figuren en el Libro de los Récord Guinness por su antigüedad dado que son un verdaderos museos con botellas que datan desde 1435, o al menos ese es el caso de Al Brindisi Ferrara, en Italia. Conocida como la ostería más antigua del mundo, fue llamada en sus inicios Hostaria del Chiuchiolino que significa da “ciuc”, ubriaco: borracho.

El nombramiento de “ostería” hace referencia a la casa donde se sirven vinos y degustaciones gastronómicas. Naturalmente no todos corren la suerte de disfrutar de estos títulos, son otros las anécdotas que marcan su mención en los relatos que se comparten de generación en generación como los ofrecidos por los irlandeses quienes cuentan como Alice Kyteler fue salvada de morir en la hoguera.

La primera propietaria del Kyteler´s Inn fue acusada de brujería y sentenciada a ser quemada como tradicionalmente se hacía en su época, Edad Media, por culpa de los señalamientos de su aldea ya que tenía una gran fortuna acumulada; sin embargo logró escaparse de la terrible sentencia.

Acompañados de música en vivo y de aperitivos, los bares son otra opción para salir a tomar bebidas alcohólicas luego de una semana con muchos compromisos laborales. Existe una gran variedad con distintas temáticas en un ambiente que favorece la distracción y se especializa en tu licor favorito, como es el caso del Golden en París, destino soñado para los amantes del whisky.

Este santuario del licor marrón es un pequeño rincón en el restaurante La Maison du Sake donde se puede degustar el Redbreast de 12 años o Jura Prophecy, servidos con diversas opciones de soda o mezclados en cocteles con kumquat.

En este local de alta alcurnia reposa una extraordinaria gema, la Dalmore Candela de 50 años. Algunas de esas botellas ascienden a más de 1450 dólares, mismas que comparten espacio con la del Príncipe Alberto de Mónaco, Glen Grant. Aunque no podemos costear semejantes botellas, tenemos espacio más accesibles donde hay whiskies de Estados Unidos, Escocia e Irlanda, así como cientos de bebidas alcohólicas conocidas.

¡Salud!

Si los locales no te entretienen con su ambientación y antecedentes probablemente sí lo hagan las habilidades de quienes allí trabajan, ¡cuánta destreza para servir las bebidas alcohólicas!

¿Sabías que la sidra es el término propio de la acción de servir el licor de mismo nombre en Asturias? Es escanciar, y salvo que se tenga la experiencia necesaria, te contamos que es bastante difícil de realizar. Si no lo crees ten en cuenta las accione que detalle a detalle los conocedores aplican. Lo primero es contar con un vaso clásico de 12 centímetros de alto, 9 de boca y 7 en la base, que es clave esencial.

Segundo proceder a destapar la botella, acá comienza lo interesante ya que la persona que va a escanciar deberá permanecer de pie con una postura recta mientras el brazo que sostiene la botella está estirado elevado encima de la cabeza. El brazo que sostiene el vaso estará estirado a la altura de la cintura o debajo de ella, la mano que sostiene la botella tendrá los dedos índice, mayor y anular por el cuerpo, y la base con el meñique.

Y así, finalmente, comienza a inclinarse la botella para iniciar el servicio sin derramar ni una gota a esa altura. El chorro de sidra es el que prácticamente busca el mismo vaso y no a la inversa, destreza que se convierte en un placer de presenciar lo que supone años de práctica.

Con menos complejidad pero más popularidad, el chop consiste en, sin importar si es desde una botella o lata, verter el licor en el centro en el vaso colocando el extremo del recipiente formando un ángulo de 45 grados. Lentamente se debe ir bajando la parte inferior de la botella o lata, generalmente de cerveza, hasta que la espuma ascienda al borde del vaso.

Curiosamente también es servida directamente desde la canilla como un ritual más elaborado considerando que el vaso debe estar frío con la misma temperatura que la cerveza, abrir el grifo rápidamente para dejar pasar la primera espuma, sujetar el vaso en un ángulo de 45 grados y colocar debajo del chorro permitiendo que la espuma final se disponga naturalmente moviendo e inclinando la copa. Es ideal dejar dos dedos de espuma como una capa protectora que no enrancie el líquido de forma  prematura.

La venencia es un elemento característico formado por un largo vástago flexible con un vaso en un extremo y un gancho en el otro, relacionado directamente con su función principal en la compra y venta de vino.

Pero su uso para el servicio de jerez desplazó la función mencionada, ahora la venencia se emplea para servir bebidas alcohólicas tomándole por el vástago lo más cerca posible del gancho entre los dedos pulgar, índice y mayor por los venenciadores.

Esto les permite llegar hasta el centro de la barrica y servir el licor en la copa desde una altura superior a medida que el vino va cayendo; incluso en algunos casos lo hacen  directamente sirviendo ya desde una cierta distancia que resulta aún más complicado.

Pese a que elijamos el sito que esté más acorde a nuestros intereses y billetera, la resaca o cruda que habitualmente se origina al día siguiente de ingerir licor no tiene cura. Los consejos, en su mayoría de familiares, es preparar remedios caseros como café, baños de agua fría o comer cosas picantes que podrían acelerar el proceso de metabolización del alcohol en nuestro cuerpo.

Suponemos son recetas que aplican los habitantes de Moldavia porque según cifras de una reciente investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud, son el país donde más ingieren alcohol con un promedio de 17,4 litros por persona en un año. De acuerdo al autor, son aproximadamente 178 botellas de vino, 64 litros de vodka o 1320 latas de cerveza, por habitante.

¡Bebidas alcohólicas para todos!

Mientras se sirven los tragos de las bebidas alcohólicas se pueden disfrutar de bocados que se ofrecen para entretener mientras se buscan botellas en los refrigeradores o bien para compensar la espera, para cierto número de personas ver su vaso vacío es un escenario terrible.

Entre las fobias que inesperadamente tus amigos y familiares podrían sufrir se encuentra la cenosillicafobia, miedo a tener sus copas vacías; como otras tantas acompaña a pocas personas con síntomas como sudoración, nerviosismo y ansiedad.

Tradicionalmente el público principal de bebidas alcohólicas ha sido masculino, aunque en las últimas décadas el creciente poder económico y el protagonismo femenino han permitido que muchas compañías del sector apuesten al lanzamiento de nuevos productos que empaticen con ambos géneros.

Muestra de ello son los cócteles que representan un rotundo éxito de ventas en el mercado americano por la receptividad de los usuarios. Esta bebida cumplió con la necesidad de poder disfrutar de sabores tropicales fomentando el espíritu alegre de la comunidad entre sus seguidoras, atractivas especialmente en redes sociales.

Mezclas de zumos de lichi, frambuesa, vodka y coñac se vierten en millones de copas anualmente con menos de 150 calorías, ideales para las mujeres que aparte de brindar con amigos también cuidan su figura. En Reino Unido las empresas llevan la delantera en lanzamientos de bebidas alcohólicas elaboradas con una mezcla de sabores de fruta y agua con gas que contienen menos de 90 calorías, comercializada además sin conservantes ni edulcorantes.

Cualquiera que alguna vez ha sentido la curiosidad de probar un cóctel y quien lo haya hecho, probablemente le llevado a indagar sobre los orígenes de la combinación que les cautivó. Al igual que sucede con las mezclas, el arte en sí de realizarlas nos topa con las bifurcaciones que encontramos en la historia, más que numerosas.

Lo sí certero, es que cuando hablamos de coctelería nos referimos al arte de preparar cócteles, según el DRAE, y un cóctel es entonces una “bebida compuesta de una mezcla de licores a la que se añaden por lo común otros ingredientes”.

Estas definiciones, de cierto modo, no compensan la pasión y opiniones que escuchamos por parte de los profesionales de este mundo, a fondo podríamos descubrir que hay mucho más. Según dónde consultemos claro está,  unas respuestas u otras coinciden que, como todos sabemos, mezclas sin una gota de alcohol son también llamadas coctel.

Pero, ¿la palabra de dónde proviene? Aquí no hay duda, siendo de la forma española de la inglesa cock-tail o cocktail, sin embargo el vocablo anglosajón se encuentra disputado. La primera referencia a la misma se encuentra en un artículo británico, The Morning Post, donde en marzo de 1798 se refirieron a una forma vulgar de llamar al jengibre.

El significado que le demos al concepto que engloba las preparaciones influye a la hora de hablar de orígenes, dado que no es lo mismo hablar de una mezcla de bebidas alcohólicas o una mezcla de las mismas.

Tampoco, por tanto, de los cócteles que conocemos hoy en día o cócteles creados con fines medicinales, como es el caso de los preparados de hierbas en siglos remotos. En el siglo XVI se combinaban veintisiete plantas y especias para elaborar un licor homogéneo creado en la abadía de Fécamp para curar los males de los enfermos.

Mucho se ha mencionado a los países europeos en la incidencia de tragos y tradición, sin embargo de Latinoamérica también figuran países en el estudio de la OMS considerando en el top 10: Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Paraguay, Perú 61, Panamá, Uruguay, Ecuador  y República Dominicana respectivamente por su posición en la lista de mayores consumidores.

En la parte inferior del conteo están los países de abstinencia como Arabia Saudita, Kuwait, Pakistán y Libia. En este último ha quedado completamente prohibida la venta y el consumo de bebidas alcohólicas, aunque existe un gran mercado negro en el cuál se distribuyen pese a las sanciones duras y rígidas implementadas.

Distintas presentaciones y opciones para servir en un vaso de cualquier tipo, ingesta que representa beneficios y consecuencias presentadas a continuación.

VENTAJAS

Poca azúcar. La cerveza por cada 100 gramos contiene 42 calorías y 3,12 de azúcar; es diurética además que tiene un aporte moderado de alcohol  que aparentemente mejora el sistema inmune, sobre todo en las mujeres.

Colesterol bueno. El vino blanco solo representa un 0,1 gramos de azúcar tras su ingesta, aporta polifenoles (antioxidaentes) y por otro lado, el vino tinto con 9,8 gramos de graduación, flavonoides, antocianos y resveratrol (antioxidantes) que ayudan a mejorar el colesterol. Estas bebidas alcohólicas reducen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares pues aumentan los niveles del llamado colesterol bueno (HDL) según revelan varios estudios.

Corazón sano. Los expertos coinciden que el consumo moderado de alcohol está asociado con un menor riesgo de sufrir ataques al corazón ya que una o dos copas al día se consideran buenas para el sistema circulatorio y el corazón. No solo reduce el índice de muertes por ataque cardíaco o derrame cerebral, sino que también disminuye significativamente la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular dado que el alcohol aumenta los niveles de HDL, quizás, más que cualquier otro factor ambiental con la posibilidad de actuar como un anticoagulante.

Calma dolores. La ginebra tal vez no sea la bebida más popular en el mercado ni tú favorita, pero sin duda tiene muchas cualidades que puedes apreciar: un solo vaso tiene 110 calorías que es poca frente a la cerveza azucarada.  A su vez es una de las pocas bebidas alcohólicas que no perjudica a las personas que padecen diabetes tipo 1, siendo importante destacar también que gracias a su elaboración a partir de bayas de enebro, puede calmar el dolor de garganta.

Sin gluten. A diferencia de la mayoría de los tipos de bebidas alcohólicas, el tequila está hecho de una planta conocida como agave azul lo que significa está 100% libre de gluten. El agave también contiene agacina que, entre sus propiedades, reduce los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol malo. Además dilata los vasos sanguíneos, lo que podría despejar los senos paranasales permitiendo siquiera considerar beber un poco cuando estás resfriado.

Control de insulina. Según estudios recientes se demostró que el consumo moderado de alcohol protege contra la diabetes dado que aumenta la sensibilidad a la insulina y reduce los niveles de glucosa en la sangre.

Protege las articulaciones. A través de una investigación en las mujeres que beben alcohol un par de veces a la semana, se concluyó que estas tienen menos riesgos de sufrir de artritis reumatoide en comparación con las que nunca bebían alcohol.

Agudeza mental. La ingesta moderada de bebidas alcohólicas reduce el riesgo de sufrir declives cognitivos conjunto a la posibilidad de padecer Alzheimer. Al parecer con un par de copas no se pierde el sentido, al menos eso lo afirma un estudio de la revista científica Science News que explica como el alcohol fomenta la creatividad. El curioso ensayo sometió a 20 personas a una sesión de dibujos animados, algunas bebieron vodka y otras no. Durante la sesión los encuestados debían responder con una palabra clave a una serie de tres términos, los bebedores proporcionaron las respuestas correctas cuatro segundos más rápido que los no bebedores.

Peso estable. Las mujeres que beben alcohol eventualmente ganan menos peso con la posibilidad de no preocuparse por el sobrepeso ya que metabolizan el alcohol de manera diferente lo que les ayudaría también a perder kilos de más.

Eficiencia laboral. Los bebedores tienen menores tasas de absentismo laboral según un estudio finlandés, las personas que no beben, dejaron de hacerlo o beben mucho están ausentes del trabajo en torno a 1,2 veces más que quienes beben de manera moderada. El estudio también reveló que los bebedores hacen mejor su trabajo, afirmando que la diferencia de bajas por enfermedad entre ambos grupos puede ser consecuencia de la falta de los efectos protectores de la ingesta de bebidas alcohólicas.

BEBIDAS ALCOHÓLICAS - BEBIDAS QUE NO PUEDEN FALTAR EN UNA CELEBRACIÓN

DESVENTAJAS

Cirrosis. El hígado tiene la capacidad de degradar el alcohol 7,5 gramos por hora pero la cantidad que no es metabolizado circula por la sangre causando la intoxicación del organismo. El daño hepático resultante de los esfuerzos a los que está sometido el órgano, podría resultar en cirrosis, una condición médica muy grave que puede requerir un trasplante de hígado. Además de incrementar el riesgo de pancreatitis, una inflamación del páncreas.

Intoxicación etílica. Un consumo abusivo de alcohol en un intervalo corto de tiempo, que popularmente conocemos como borrachera, conduce a la dificultad de coordinar que termina en caídas fuertes por no mantener el equilibrio, visión borrosa, mareos, vómitos y dificultad para hablar correctamente.

Desorden. El alcohol en el cuerpo humano podría detonar hipertensión arterial por la ingestión exagerada de lípidos y el efecto negativo sobre las glándulas suprarrenales encargadas de producir cortisona. De igual modo modifica el funcionamiento del sistema nervioso simpático que controla la constricción y dilatación de vasos sanguíneos como respuesta ante el estrés, esfuerzo o temperatura.

Perjudicial en el embarazo. Las mujeres que abusen de las bebidas alcohólicas durante el periodo de gestación corren el peligro de partos prematuros o, en los peores casos, muerte intrauterina porque el feto no está preparado para metabolizar el alcohol. Los niños corren el riesgo de nacer con lesiones hepáticas debido a la fragilidad del desarrollo de la glándula, producir discapacidad mental en 30 a 40 % de los partos, comportamiento anormal y trastornos de personalidad.

Víctimas fatales. Las consecuencias sociales, según la OMS, son claras porque en sus informes anuales se confirma la muerte de 3,3 millones de personas debido al consumo nocivo de alcohol, representando un 5,9% de todas las defunciones. Se estima que solo en Estados Unidos y Canadá el alcohol causa más de 100,000 muertes al año, siendo las principales víctimas adolescentes en accidentes viales por exceso de velocidad. Otro coste social está representado en las relaciones sociales primarias, como la observada en una familia de padres bebedores.

Dependencia. La necesidad de consumir bebidas alcohólicas dificulta el control de sí mismo para regular la ingesta durante cierto tiempo, muchas veces predispone a los individuos a desarrollar una adicción incontrolable.

Síndrome de abstinencia. Los síntomas que se producen cuando se deja de beber la cantidad habitual de alcohol son conocidos como síndrome de abstinencia, entre los cuales se experimentan vómitos, alucinaciones, depresión, dolor de cabeza, insomnio, ansiedad, sudoración, desorientación y alteraciones de la memoria.

Deshidratación. El exceso de bebidas alcohólicas produce deshidratación de la piel por la inhibición de las hormonas antidiuréticas que aumenta la secreción de orina y por ende produce una mayor pérdida de agua corporal. Además reducen la cantidad de oxígeno en la sangre que disminuye el colágeno y la elastina así que la piel se vuelve seca, pierde luminosidad, elasticidad y firmeza.

¿Qué tipo de bebidas alcohólicas consumes? ¿Cuántas copas a la semana? ¿Has padecido alguna de las consecuencias mencionadas? Si tienes alguna experiencia relacionada con este tema por favor compártela con nosotros en la caja de comentarios, siempre es un placer interactuar contigo.