¿Sabías que se toman más de un millón de fotos al día en todo el mundo?

Por suerte existen las cámaras para inmortalizar momentos de alegría, tragedias o, en la historia, sucesos trascendentales que permanecerán. Todo buen fotógrafo se jacta de tomar dichas imágenes en el lugar exacto, similar a los amigos y familiares cercanos que disfrutan reunir al grupo que les acompañan mientras todos sonríen para la foto. Si bien no pasarán a la historia como obras de un museo, de seguro recorrerán las redes sociales y, seguramente, como selfies ya que una de cada 3 personas se está tomando una en este preciso instante.

No precisamente con una cámara arcaica como la Mammoth con 640 Kg. de peso y 4 metros de largo, si no con su teléfono móvil donde también cuentan con aplicaciones para embellecer los retratos ¿Por qué somos fans de fotografiarnos? ¿Es un problema social la manía de los jóvenes por las autofotos en la web? Estas y otras incógnitas serán develadas en el siguiente junto los beneficios e inconvenientes de esta moda.

Todo comenzó hace mucho…

En el mundo se toman más fotos en 2 minutos que todas las tomadas en el Siglo XIX, es impresionante comparar la cantidad de imágenes que se generan hoy en día con el pasado ya que las populares redes sociales impulsan el uso de las fotografías como herramienta en la vida diaria en vez de solo usarlas para momentos conmemorativos como antes.

Al igual que podemos capturar la imagen de pantalla en nuestros computadores o celulares, al tomar una foto es como si estuviéramos tomando un screenshot quedando registrado físicamente y, entre las técnicas,  autofotografiarse es una de las más comunes. Este estilo es el más frecuente en redes sociales, pues ciertamente, nos encanta formar parte de sus publicaciones.

De hecho, las selfies se han extendido de forma asombrosa llegando a cautivar a personalidades de todo tipo, así como la curiosidad de este término inglés. Proclamado en 2013 como palabra del año por la editorial Oxford University Press, el concepto de autofotografiarse atravesó una evolución evidente ya que fue en 2005 cuando se establecieron las primeras bases formales de la definición de lo que son las selfies permitiendo diferenciarle del resto de estilos.

Misma que estuvo a cargo del fotógrafo Jim Krause quién instauró la descripción formal que hoy empleamos, bien sabemos se trata de una fotografía tomada por uno mismo, generalmente, con un smartphone o una cámara web para publicarla en alguna red social.

Estas fotos en un principio se tomaban únicamente como medio de socialización, pero gradualmente ese objetivo cambió y se ha convertido casi en una necesidad insaciable. Existen millones de imágenes antiguas con estas características, siendo más complicado hallar alguna que realmente sea original para considerarla como prueba antecedente de lo que actualmente es una moda.

No obstante, el asombroso campo de la ciencia nos ha permitido la identificación de selfies, recopilándolas como la de diciembre de 1920 donde aparecen cinco amigos: Ben Falk, Joseph Byron, Colonel Marceau, Pirie MacDonald y Pop Core; misma fue tomada en la terraza del estudio de fotografía Marceau en la ciudad de los rascacielos, Nueva York.

Unas décadas antes, en 1900, Kodak abanderaba las selfies con la venta de su cámara Brownie Box, que podríamos decir fue como una Polaroid retro. ¡Fue todo un boom! La gente se empezó a hacer muchos selfies posando frente al espejo incrementando la popularidad y dando paso a un fenómeno que se ha demostrado es una tendencia cíclica. En este sentido son muchos los ejemplos conocidos de participación, como el de la duquesa Anastasia Nikolaevna que así como las adolescentes de hoy enviaba autofotos a sus amigos, se hizo uno en 1914 a los 13 años.

La señorita Anastasia se asombraría por ver como las autofotos se utilizan de forma habitual, no importa si quieres dejar salir tu lado más sensual, pícaro o juguetón, lo puedes plasmar en una imagen en la que sí mismos procedemos a realizar. Algo muy distinto que lo ocurrido hace un siglo cuando los personajes posaban muy serios o simplemente poco divertidos, propios de una sociedad que apenas estrenaba un nuevo tipo de tecnología.

Los fabricantes de dispositivos electrónicos saben que las selfies son determinantes para muchos usuarios ya que en su mayoría deciden adquirir un teléfono móvil dependiendo la capacidad que tiene la cámara.

SELFIES - MUÉSTRALE AL MUNDO CÓMO DISFRUTAS

¡Pulgares arriba!

Si de comunicarnos se trata, las redes sociales aparecieron para colaborar en los diferentes procesos necesarios para la comunicación, a tal punto que a través de éstas podemos mantener un contacto cercano y real, sin necesidad de un acercamiento físico. Por medio de diferentes portales que nos ofrecen las distintas redes sociales, es natural expresar un ideal, sentimientos o sencillamente el estado de ánimo.

La acción virtual en Facebook le otorgó el titulo de la red social en internet más grande del mundo contando con más de 300 millones de usuarios que lo ratifican, disponible en 70 idiomas la compañía que dirige Mark Zuckerberg reveló que al menos 65 millones de usuarios entran al sitio desde su dispositivo móvil que a diario buscan la postura, el enfoque y filtro perfecto antes de la publicación de sus selfies.

Esta, por así expresarlo, manía, se vuelve un problema cuando inicia la preocupación a la espera de un “Like”. Entre los 15 y 30 años, esta forma constante por tener la imagen ideal que aprueben los amigos influye en lo que proyectan, sociólogos explican que estamos viendo como la preocupación por los retratos es un contaste ensayo de retoques que implican falta de naturalidad y en ocasiones están fuera de la realidad.

Quienes manejan muy bien este asunto, sin miedo a críticas por sus rostros con demasiado maquillaje o las ojeras sumamente marcadas por cansancio, son las estrellas de Hollywood. Ya sea un actor de primera que busca entregarse a su público a un nivel más personal, o un total desconocido en la industria que aspira convertirse en la nueva sensación, las selfies crean poder en el medio. Además en los estudios cinematográficos utilizan ampliamente los medios sociales para su publicidad, realidad que se duplicó en los últimos cinco años como estrategia de mercadeo.

El impacto ha sido fenomenal, demostrado por estudios como el realizado en el Instituto Tecnológico de Georgia y Yahoo Labs donde se analizaron 1,1 millones de fotos subidas a Instagram. Las imágenes que fueron escaneadas con un software para la detección de caras, reveló que el 38% de las selfies tenían más probabilidad de recibir un “me gusta” y 32% con respecto a los comentarios, en comparación con cualquier otro tipo de fotos.

Kyle Jenner está consciente de ello, sin embargo disfrutó de muchos likes, 18.028.000 para ser exactos, luego de que la más pequeña de las Kardashian compartiera una publicación donde mostró por primera vez a su hija.

En esta no se aprecia, pero en otras muy populares se emplea el uso de los filtros de Snapchat, Instagram, Facetune u otras apps que permiten hacer fotos donde aparecen cuernos de unicornio, bocas de cerdo u orejas de perro. Son tan divertidos que puedes cambiarte el color de los ojos o, mejor aún, hacer que tu piel luzca perfecta, siendo esta la principal razón de usarlos. Estas selfies están provocando lo que ya se denomina dismorfia de Snapchat, trastorno por el que se tiene una terrible preocupación que se cataloga como anormal por algún defecto.

Bien sea real o imaginario, se percibe características físicas propias como terribles, entre los más comunes el acné. Los afectados presentan signos de la afección en la cara y un 70% de ellos además lo sufren en hombros y espalda. Lo más significativo es el temor de que algo tan pequeño como células muertas de la piel que obstruyen los poros, produzcan granos en la dermis. Las típicas espinillas son foco de burlas y señalamientos que llevan a los adolescentes, los más perjudicados, a utilizar habitualmente los filtros de las apps en su teléfono móvil para reducir ese defecto.

Snapchat alberga millones de chicos con esa idea, mismos que hubiesen compartido la aplicación con el gigante azul si se hubiese dado la compra por parte de Facebook que ofreció 1.000 millones de dólares. Posteriormente triplicaron esa cifra pero pese a la jugosa cantidad no consiguió comprarla. Entre sus grandes inversores que llevaron al éxito a la compañía del fantasmita, está uno de los socios de la firma Lightspeed que se dedicó a investigar cuales eran las aplicaciones que más utilizaba su hija y así apostar en el negocio que mayormente es disfrutado por las mujeres.

¿En dónde prefieres posar para tus selfies?

La emoción de adquirir un nuevo teléfono móvil está acompañada de la satisfacción que muchas veces es motivada por el hecho de que al fin tenemos el producto del que todos hablan. Olvidamos las herramientas básicas que están instaladas y comenzamos a descargar las distintas aplicaciones, no sin antes probar la cámara. Pero para conseguir la selfies perfectas nos damos la tarea de buscar mucho más que un buen ángulo, podemos emplear varios trucos tanto de luz como de movimiento, casi como si como si celebráramos el día de la fotografía del 19 de agosto.

Sin ser profesional puedes utilizar el temporizador para evitar que las fotos salgan movidas por agitar nuestro brazo o por presionar el botón rápidamente. Si quieres autofotografiarte mejor no olvides activar el temporizador que está a partir de los 3 segundos, tiempo justo para sonreír o hacer la pose que prefieras. Y si de selfies grupales se trata, elige a tu amigo más alto como el encargado de tomar la foto, con ello te asegurarás de que salgan todos en la imagen.

El consejo más frecuente, pero que no suele escuchar porque es casi evidente, es utilizar la cámara frontal  que elimina el miedo de una mala foto por estar prácticamente a ciegas, el inconveniente que muchos usuarios tienen es que la calidad no será tan buena. A esto se le suma tomar las selfies inclinadas desde abajo ya que no querrás lucir una gran la papada; jugar a nuestro favor es imprescindible para dar la ilusión óptica de ojos, labios y rostro sutiles.

Ten cuidado con la luz del espacio donde te encuentres, no siempre es recomendable te dé en el rostro puesto que tu cara podría verse borrosa, si optas por añadir un filtro todo el esfuerzo por una foto increíble resultara en una imagen de poca nitidez y con destellos que no favorecen. Bien dicen que entre más natural, mejor. Si estás de acuerdo notaras como una sonrisa forzada, casi que fingida, jamás se verá bien dado que la intención es retratar un momento espontáneo.

Esta tendencia al parecer no depende del estado de ánimo, mucho menos de la edad. Según una encuesta, 4 de cada 10 personas se hacen al menos selfies una vez a la semana y aunque el 38% lo hacen en casa, el lugar para fotografiamos varía. En concreto, por la edad, ya que más de la mitad de quienes superan los 35 años las hacen en viajes de placer o en actividades al aire libre.

Las selfies en la playa sin duda causan envidia. Bien sea en las barreras de coral, junto con palmeras, estos paisajes paradisiacos son los destinos predilectos para realizarse autofotos en todo el mundo. De igual modo sucede con monumentos famosos de ciudades emblemáticas, todos alguna vez hemos soñado con podemos hacer la foto en la Liberty Island con la Estatua de la Libertad al fondo. También en la Torre inclinada de Pisa para la típica imagen sosteniendo la torre, o con la brisa en lo alto junto con el Cristo Redentor de Río de Janeiro.

Por último, destacan los lugares míticos como el Burj Khalifa en Dubái, rascacielos de 828 metros de altura donde amantes de los selfies posarían en la estructura más alta del mundo que tiene registro en la historia, algo bastante complicado porque no saldrá entera semejante edificación.

Aunque no es una sonrisa en las alturas lo que precisamente llevó a Robert Capa a ser un fotógrafo arriesgado, por cierto el más famoso del siglo XX luego de convertirse en testigo de la Guerra Civil tras capturar lo que llamó la Muerte de un miliciano. Este icono de la contienda recoge el momento preciso en que un miliciano muere tiroteado por un francotirador. Evidentemente no es algo alegre el episodio, pero sí está comprobado que ver la fotografía de un ser amado que ya no está reduciría el dolor.

La exploración del cerebro que arrojó esta afirmación, se practicó en 15 voluntarios con ayuda de resonancia magnética donde Arthur Aron, profesor de psicología de la Universidad de New York, demostró que aquellas áreas del cerebro que se activan al ver la foto la persona de la persona pueden reducir el pesar de la pérdida hasta en un 44%, tal como lo hace el medicamento analgésico paracetamol.

¡Tú decides la calidad!  

Todos los sabemos pero no contamos la cantidad, lo cierto es que revisamos nuestro celular unas 150 veces al día, probablemente los nomófobos superen ese número pero en este sentido se estima lo revisamos cada 6 minutos en promedio; seguramente estás leyendo desde el móvil. La nomofobia se trata de un trastorno que padece, sin tener idea, al menos la mitad de la población con la aparición de aquella sensación de ansiedad si nos quedamos sin batería después de pasar todo el día con diligencias fuera de casa.

Ese instante del deseo intenso por volver a enchufar el teléfono a la corriente, es un claro caso de nomofobia. Si somos presas de la desesperación indiscutiblemente pertenecemos a esta novedosa enfermedad, hasta ahora no declarada, definida como el miedo irracional a estar sin teléfono móvil. La dependencia al dispositivo genera una infundada sensación de incomunicación cuando el usuario no puede disponer de él tal vez para tomar selfies o porque está fuera de cobertura.

Todo esto gracias a la revolución tecnológica que permitió que los teléfonos inteligentes llegaran a nuestras manos, favoreciendo una cohesión social propiamente ligada a la red facilitando una comunicación más dinámica.

En el momento que el usuario depende del aparato para relacionarse puede decirse ya presenta una adicción dejando de lado el contacto personal. Parte de la población considera nos encontramos en la era de la imagen, por ello la constante necesidad de postear una foto que represente lo que hacemos cuando antes solo habían tres tipos de fotografía que eran la doméstica, la artística y la documental. Una práctica tan extendida como el sexo o el baile, eso representa la fotografía personal o incluso una defensa contra la ansiedad que puede irradiar poder de autoestima sobre cada uno de nosotros.

Pero para satisfacer dicha necesidad por completo, recurrimos a la compra de un dispositivo que tenga la mejor cámara frontal del mercado para tomar selfies perfectas, petición que Apple quiso complacer con el iPhone X y su sensor TrueDepth de 7 megapíxeles. La gigante empresa pensó en cada detalle así que la parte frontal no deja ningún punto fuera de foco, y como no todo es perfecto usuarios relatan es demasiado precisa y por tanto se ven menos agraciados en sus selfies, queja que deben resolver con la edición y los filtros.

No resulta extraño el notable incremento de calidad de las cámaras con el paso de los años, pero generalmente en cámaras principales o traseras. Por ello existen quienes se mantienen fieles a tomarse selfies con estas, gracioso porque antes fueron solo un adorno. Era obvio que hacer una fotografía de calidad resultaría imposible, solo imagina que la primera cámara fotográfica en estos dispositivos contaba con 0,35 MP en su sensor procedente de Corea del Sur para el año 2000. Ese mismo año llegó otro modelo, esta vez con sensor de 0,11 MP que sorprendentemente enviaba fotografías por mensajería, proceso que predeciría el camino que seguirían los móviles.

Afortunadamente para 2006 los teléfonos ya contaban con cámaras de 2 o 3,2 MP de resolución, alcanzando a las cámaras digitales compactas de la época. Por momento pensamos que una cámara frontal alcanzaría las mismas funciones, pero en realidad no se suele grabar vídeos de altísima resolución o realizar fotografías con configuraciones avanzadas.

De ser así se duplicaría las funciones del Smartphone lo que compromete gastar el doble de recursos y como consecuencia un aumento del precio por algo que ya tenemos. Ambas cámaras tendrán caminos distintos, mientras que una cámara trasera se incluye la más alta resolución posible y mejores cristales, las cámaras frontales tendrán mejores métodos de disparo y modos exclusivos para selfies.

Embellece tu rostro

La primera fotografía a color fue retratada por James Clerk Maxwell, el escoces demostró que cualquier cosa se puede combinar con los tres colores primarios. El mismo fundamento podría ser aplicado con los filtros fotográficos, ya que los destellos de colores se mezclan convirtiéndose en los favoritos en gran parte de los Smartphone donde encontramos un catálogo repleto de aplicaciones para implementar todo tipo de efectos.

Muchos de nosotros a menudo subestimamos estos filtros, ayudan claro está, pero muchos apuestan antes que nada a la belleza natural sin obsesionarnos con estar perfectos. Aceptar nuestro físico tal como es, con todos y cada uno de nuestros defectos es muy importante para gozar de un buen estado de ánimo.

Ahora bien, no debe ser un pecado recurrir a estos efectos porque a todos nos gusta vernos bien, y a las celebrities todavía más, así que algún pequeño retoque para vernos mejor en nuestras publicaciones no está mal. Recuerda no abusar de ello ya que el retoque es fácilmente detectable y las críticas muy fuertes, como hemos comprobado han ocurrido con cientos de famosos.

¿Tienen los retoques de los selfies relación con el resto de conocidos que interactúan con nuestras fotos? El encargado de responder esta incógnita fue Yahoo con la realización de entrevistas a diferentes tipos de usuarios, desde fotógrafos profesionales a jóvenes más casuales.

Los resultados determinaron que incluso los profesionales también utilizan sus móviles y aplicaciones para añadir filtros para corregir errores y mejorar la estética general. Por su parte los denominados fotógrafos sociales reflejan en sus fotografías objetos, eventos especiales, personas y otros aspectos cotidianos, y los filtros son simplemente herramienta de personalización para imágenes más divertidas.

Es decir, dependiendo del usuario se usan para mejorar la foto y para personalizarla. Por tanto Yahoo fue más allá y analizó 7,6 millones de fotografías donde se apreció el aumento de la popularidad de dichas imágenes contando con 21% más de posibilidades de ser vistas y un 45% más de ser comentadas.

Pero no todos las selfies con filtros resultan populares por mejorar el contraste y corregir la exposición, o bien por añadir temperatura de color más cálida. Todos alguna vez hemos quedado en shock, luego de ver como quienes habitualmente conmocionan las redes sociales por su rostro perfecto son protagonistas de memes y burlas.

En Facebook, por ejemplo, circulan peculiares historias donde chicas y chicos enamoran a miles de cibernautas con sus selfies, sin embargo la fantasía desaparece cuando publican su verdadero rostro sin el montón de retoques que suelen hacer lo que muchos expresan espanta. Las imágenes son muy comentadas entre la comunidad de fanáticos afirmando sentirse estafados por el aspecto real que, algunas veces, es tomado por los influencer como prueba para dejar de lado los estereotipos marcados por una sociedad perfeccionista y mostrarse sin filtros a todos sus seguidores; decepción de miles y agrado de otros tanto.

Tendencia en progreso

Un investigador de la Universidad Wageningen (Holanda) reveló que hacerse muchas selfies es síntoma de baja actividad sexual puesto que detalló como los fanáticos se contradecían con su perfil donde se definen como sexys dado que el 83% no tienen una vida sexual activa. Los adictos evalúan su nivel de bienestar con respecto a la imagen que construyen de sí mismo, manipulando con la tecnología lo que no tienen y así poder vender algo que no existe.

Si echas un vistazo a perfiles públicos de Instagram encontraras a modelos comunes que comparten algo en particular, de 10 fotos publicadas en su cuenta, 9 muestran sensualidad de su cuerpo y rostro. Tienen millones de seguidores, más de mil publicaciones y un promedio más o menos del millón de likes por fotos donde destacan las selfies.

Vivimos en plena era digital donde todo se mantiene en forma de píxeles, incluso el amor y, por ende, la sexualidad. Con esto, vemos como la intimidad, esa parte secreta de la pareja, por culpa de la monotonía está a un paso de la extinción. Para bien o para mal, tendemos a pensar en intimidad como el cuerpo sin considerar la parte anímica y la confidencia. Quizá resulte cursi pero en un mundo donde todo es exhibido, no hay cabida para los pequeños detalles. Algo esperanzador es que la respuesta dependerá de cada persona, preguntándose ¿por qué hay tantas fotografías sexys?

Generalmente, de la presentación del cuerpo femenino, recordando como en su momento el arte sacro estaba destinado a representar un momento religioso lleno de cuerpos desnudos de hombres y mujeres. Basta entrar en la Capilla Sixtina para encontrar un cuerpo desnudo en el centro de la obra de Miguel Ángel, sentido de la humanidad misma. Y si nos vamos mucho más atrás en la historia nos topamos con la civilización griega donde las cosas no eran muy distintas y el desnudo fue uno de los puntos máximos de la belleza que los dioses reflejaban.

Ahora las cosas son distintas porque el cuerpo desnudo es visto desde otra perspectiva con la globalización cambiando de rumbo, sobre todo para el género femenino. Hace tiempo para lograr tener una vida sexual saludable no había forma de enviar packs a tu pareja, al parecer habían otras técnicas como la prostitución que estuvo aprobada por la iglesia para evitar el adulterio y la homosexualidad.

Pero ahora con el crecimiento y facilidad para mandar fotos por los mensajes en las aplicaciones, ha surgido la tendencia llamada sexting o, como entre los jóvenes se conoce, el send nudes. Con tan solo un mensaje los sexters encienden a su pareja, que pueden ser de cualquier edad con acceso a un teléfono con cámara que eventualmente apuntará a su cuerpo desnudo.

Los números varían de lugar, otros incluso no lo aceptan, pero aproximadamente la mitad de quienes tienen un celular inteligente han enviado alguna vez  selfies íntimas a alguien más. Si bien pareciera nuevo esto no tiene porqué considerarse así, son famosos los intercambios eróticos de Frida Kahlo o Proust, por mencionar algunos, capaces de hacernos sonrojar con un par de líneas.

Además sin número exacto que represente cantidad de personas que se mandan fotos explícitas, nos atrevemos a afirmar que la próxima persona que se siente a tu lado en el transporte público lo ha hecho. No únicamente motiva el deseo de compartir la intimidad, mejorar la atracción sexual o consentir a una pareja, a veces se envían nudes simplemente porque es divertido.

No debemos fijarnos únicamente en las formas de captura, sino también en los aspectos positivos y negativos de autoretratarse que a continuación describimos.

VENTAJAS

Autoestima. Las selfies pueden promover un estilo de vida activo y sano, que favorezca el cuidado personal y la autoestima. También ayudan a mantener e incluso manejar nuestra propia imagen en la internet. A través de este tipo de fotos podemos expresar lo que nos gusta que a su vez origina un efecto positivo en nosotros mismos.

Recuerdos. Para ayudar a la memoria, contar nuestras historias y detener los segundos tomamos fotografías aumentando el color o ampliando el blanco y el negro. Queremos usar filtros que cambian la imagen para compartir con nuestra familia y amigos viajes o fotos de fiestas que no se olvidarán.

Imagen que puede ayudar. Los maleantes también sucumben ante las selfies, en ocasiones durante o después del robo son indiscretos y se toman fotos en los sitios donde cometerán el asalto o bien son fotografiados sin querer por personas cercanas que no tienen idea de lo que va a ocurrir. Posteriormente serán usadas como evidencia que permiten a la policía localizarlos de una forma más fácil.

Collage. Tanto para Android como para iOS existen aplicaciones para hacer collages divertidos, fáciles de usar y con un toque diferente a las selfies que sacamos todos los días. Esta herramienta nos permite crear fotomontajes para compartirlos en Facebook, Twitter, Pinterest, Tumblr, y hasta Blogger. Es un abanico sencillo de posibilidades estéticas donde puedes agregar texto y estampas a nuestras fotografías.

Participación en tendencias. En 2017, los usuarios de redes sociales crecieron un 13% en todo el mundo gracias a que más de 4.000 millones de personas cuentan hoy con acceso a Internet. El masivo crecimiento se ha dado, en parte, por la interacción de los cibernautas que siguen los hashtag participando con sus selfies en tiempo real con miles de personas que comparten su interés por algún famoso o evento esperado.

SELFIES - TOMARTE UNA SELFIE PODRÍA COSTARTE LA VIDA

DESVENTAJAS

Adicción. Las selfies pueden afectar las relaciones personales, este afán desencadenaría una adicción por el tiempo que pasamos tomándonos fotos para conseguir la perfecta superando el número razonable por día. Cuando hacemos eso nuestros cerebros están muy ocupados mientras sentimos la emoción impulsada por la urgencia de una autofoto fugaz de cierto modo inconscientemente, controlando cómo nos vemos ya que naturalmente tenemos atención selectiva, es decir que cuando nos centramos en una sola cosa disminuye nuestro conocimiento de otras hasta que resultamos vulnerables a los peligros de una situación aparentemente controlada.

Riesgos. La moda de las selfies trascendió cuando turistas decidieron participar de paseos en lugares peligrosos donde quisieron autoretratarse casi que de forma imposible, aumentó así el número de personas que sufren lesiones o pierden la vida cada año mientras hacen esta peligrosa acción. La causa más probable de las muertes han sido las caídas desde montañas de gran altura, fotografías extremas colgando de un acantilado o rascacielos, con el único objetivo de impresionar a los seguidores de sus redes sociales.

Abuso. Curiosamente hemos jugado con los filtros de famosas aplicaciones como Snapchat, y conocemos a alguien que tiene mil fotografías con ellos revelando que el uso excesivo de los filtros podría dañar su salud mental producto de trastornos de autoestima e imagen corporal. El uso de tales efectos genera una alteración de tu realidad que implica tener una forma distorsionada aumentando la percepción de tus defectos físicos convirtiéndose en una fuerte obsesión.

Robo. La mayoría de los Smartphone son costosos y pertenecen a líneas prestigiosas que ofrecen excelente calidad, al momento de tomar selfies corremos el riesgo de ser víctimas de un hurto del dispositivo por parte de antisociales que se percatan del mismo.

¿Cuántas selfies tienes en tu teléfono? ¿Te importa tener muchos likes cuando las publicas en tus perfiles? Déjanos en la caja de comentarios tu opinión de este tema