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Probablemente no hayas reflexionado sobre esa adaptación al español que utilizamos frecuentemente, especialmente cuando exploramos internet. El término en inglés “stalker” significa “acosador”, por lo que el uso del término en infinitivo que conocemos puede ser como “stalkeando” e infinitivo “stalkear”.
Ya sabes a qué nos referimos, la acción de indagar e incluso de mantenerse al tanto de la vida de alguien mediante las distintas plataformas sociales. Aunque el término stalkear tiene connotaciones entretenidas por curiosear sobre personas conocidas o celebridades, también presenta aspectos negativos y en el siguiente artículo te explicamos sobre ellos.
¿Vigilar o stalkear?
Lo que tal vez inicie como un comportamiento inofensivo podría transformarse en una patología. Según algunos especialistas, la costumbre de stalkear es inicialmente algo divertido, vivir pendiente de lo que realizan u opinan otros en las plataformas sociales es característico de nuestra era. No obstante, es muy fácil que la curiosidad se transforme en una obsesión que derive en enfermedad. Los stalkers desarrollan lo que sería una pasión y la reemplazan con un vacío emocional en su vida real.
Una obsesión es una conducta que no genera satisfacción, por el contrario, más angustiados nos sentimos.
¿Por qué lo hacemos?
Es posible que una misma pareja termine más de tres o cinco veces por diferentes motivos. La infidelidad es una de ellas, la más común y dolorosa, aunque existen quienes revelan que fue debido a la falta de un obsequio en una fecha importante. Esto impacta en la vida digital, donde exhibimos los detalles de San Valentín y no dudamos de cambiar de “en una relación” a “soltero”. Una investigación confirma que después de esta época en la que las parejas celebran su día, se registran más estados sentimentales relacionados con el fin de las relaciones. Es en ese instante donde los ex comienzan a stalkear para verificar qué hace el otro, qué sitios visita, con quiénes se relaciona y si saber si sus memes ya tienen nueva dueña o dueño.
Para tener en cuenta…
A pesar de que esta acción cobra fuerza, es aconsejable después de una ruptura no buscar sus fotografías en plataformas sociales, ya sea a través de las cuentas de conocidos mutuos o del perfil propio. Aunque sabemos es difícil, considera que no existe ninguna razón para observar qué realizó el fin de semana o con quién, que no sea lastimarte. Tampoco comentes sus publicaciones y evita darle like, mantén distancia.
Las fotografías de tu ex que mantienes en tus redes son memorias que pueden resultar muy dolorosas, te harán viajar en una montaña rusa de emociones y borrar su rastro digital es posiblemente la mejor alternativa.
A continuación te explicamos los aspectos positivos y negativos de stalkear.
VENTAJAS
Conocer preferencias. Si apenas estás conociendo a una persona, te ayudará a descubrir sus gustos a través de las publicaciones que comparte.
Revisión que aporta. Podrías verificar si te envían indirectas o responden a las que en algún momento realizaste.
Aclaras dudas. Para nadie es un secreto que somos curiosos, y stalkear te permitirá resolver situaciones que te generan confusión.
Descubres mentiras. Ciertamente no nos gustaría convivir con una persona tóxica, así que investigando en sus perfiles digitales decidirás si deben desaparecer de tu vida.
DESVENTAJAS
Se te podría escapar un like. Observando una fotografía, seguramente de hace meses, con un “me gusta” arruinas toda la investigación.
Incomodas. Al darse cuenta la persona probablemente se moleste porque se fastidia del constante acoso.
Te irritas. Bien dicen que quien busca encuentra, y navegar por las redes no es la excepción ya que te encontrarás con muchas cosas que tal vez no esperabas.
Infidelidades. En la última década confirmamos que los infieles, por más cuidadosos que sean, no están exentos de ser descubiertos por un stalker.