En algún instante de la vida llegamos a ese momento en el que tenemos la necesidad de vivir solos.

Creo que el éxito de lograr vivir solos y estar a gusto radica en el nivel de dependencia e independencia que tenga la persona en cuestión, por ejemplo, una persona que para su día a día necesita depender de alguien a su lado para las tareas domésticas, le costara más adaptarse al nuevo estilo de vida que, por ejemplo, otra que normalmente se lo hace todo a un que viva con otras personas.

Conocer la soledad nos preparará de mejor manera para una vida futura en pareja y es que, vivir solos genera un estado que todos añoramos de vez en cuando. Pequeños momentos que disfrutamos sin más porque, aunque el ser humano es un ser social por naturaleza, también necesitamos descansar y desconectar de todo de vez en cuando.

Vivir solo o sola será una experiencia en tu vida en la que te verás obligado u obligada a aprender muchas y diferentes cosas que quizás nunca aprendieses o necesitases saber conviviendo con alguien más, siendo así, ahora cuando compartas tu casa no dependerás de tu compañero o compañera para hacer las cosas y tener tu vivienda en orden.

Si estás pensando en independizarte e irte a vivir solo o sola, presta atención a lo que sigue: te contamos cuáles son las ventajas y desventajas de vivir solo o sola. Y aunque algunas cosas que te voy a contar seguro que ya las conoces, debes de comparar y elegir según lo que estés buscando (o necesitando) en esta etapa de tu vida.

10 Ventajas de vivir solo o sola

1. Es tu casa y son tus normas.

Ahora puedes escuchar hasta el cansancio tu canción favorita, una y otra vez sin que nadie se queje y ver tus programas y series favoritas sin que nadie te moleste, vivir solos mola.

2. Tu nevera está llena con lo que te gusta.

La comida que hay en tu casa y en tu nevera es exactamente la que deseas comer; no tienes que hacer frente a posibles tentaciones de alimentos que pertenecen a otra persona y tampoco tienes que pasar por la desagradable situación de que justo cuando te apetecía un yogur con cereales, te das cuenta de que tu compañero de piso se los ha comido todos y no ha vuelto a comprar.

3. Es tu casa y la personalizas como quieras.

Desde la decoración, pasando por la pintura hasta la forma en que has acomodado los muebles y designada una función a cada habitación de tu nuevo hogar, es totalmente personalizada y a tu gusto.

4. Limpiamos y cocinamos cuando queremos.

Esto también esta genial, pero no te pases con la comida rápida y abandones la higiene de tu hogar.

5. Vivir solos implica intimidad.

Puedes quedarte todo el día en pijamas, o andar sin ropa por la casa sin que a nadie le importe, te critique o diga nada. ¡Libre! Ya no tendrás este problema y podrás hacer en tu casa lo que quieras o estar como más cómodo o cómoda estés.

6. Volverte independiente y maduro o madura.

Y así como todo se hace cuando quieres, también todo depende de ti. Así que debes de aprender a administrar tus gastos, a cambiar focos, armar muebles, agendar pagos, matar insectos, darle mantenimiento a tu coche, a dejar de gastar en sin pensarlo … y al final te ayuda a madurar, te sientes independiente y tienes la sensación de que puedes lograrlo todo.

7. Valorar cada detalle.

Cuando vives solo o sola, cada logro cuenta y te hace sentir orgulloso u orgullosa.

8. No rendirle cuentas a nadie.

Ya no existe la mamá a la que tienes que pedirle permiso para salir, ni la pareja a la que tienes que avisarle a qué hora llegas o el compañero de piso con el que tienes que ponerte de acuerdo para la hora del baño. Todo se hace como quieres, a la hora que quieres (¿esto siempre nos gusta?).

9. No tienes que aguantar a nadie que no quieras.

Tu pareja puede ser el amor de tu vida, lo que no significa que todas sus amistades te caigan bien, con lo cual vivir sola es una gran ventaja ya que no tienes que soportar visitas en casa de gente que no te agrada.

10. Diviértete haciendo lo que más te guste.

Lo que quieras cuándo y cuánto quieras. Puedes estar bailando toda la noche, comer viendo televisión o tirada en el sofá en vez de irte a dormir a la cama, tan solo porque así quieres hacerlo, y ¿quién puede decirte algo? Nadie, ¡vives sola!

5 Desventajas de vivir solo o sola

1. Vivir solos implica la soledad y la falta de atención afectiva.

Puedes pensar que cualquier cosa es mejor que tener que compartir tu espacio con otra persona, pero imagina esto: Llegas de un día cansado de trabajo y no hay nadie a quién contarle tu día o quién te pueda dar una muestra de cariño o en esos momentos en que la gripe puede contigo, tener a un compañero o compañera que te ofrezca una taza de té caliente con miel, limón y un abrazo, no tiene precio.

2. Todo lo pagas tú.

El alquiler o hipoteca de la casa, el teléfono, la factura del celular, la electricidad, el agua, las compras… en fin todas las facturas tendrán tu nombre, y está claro que no es lo mismo pagarlos entre dos personas, que todos esos gastos recaigan sobre una sola.

3. Más responsabilidad.

Debes tener pendiente las fechas en que debes pagar tus compromisos. En el caso de que tengas una mascota, también debes tener pendiente sus vacunas, su comida, de la limpieza de la casa y de cuidar de ti mismo o misma; si tú no lo haces, nadie vendrá a echarte una mano, entendiendo que, si quieres vivir en orden y libre de deudas, tienes que hacerte cargo.

4. No puedes compartir nada.

Como he comentado anteriormente, las realizaciones de todas las tareas domésticas dependerán únicamente de ti, los costes de la vivienda, ¡ni tan siquiera tus problemas podrás compartir!

5. Vivir solos puede ser aburrido.

Hay días de la semana que pueden resultarte eternos; nadie con quién hablar, ni con quién ir a dar una vuelta. Al final, te da por deprimirte y por momentos crees que después de todo no sería tan mala idea convivir con alguien.

¿Y tú qué opinas sobre los beneficios y los contra beneficios de vivir solo o sola?

Vivir solo o sola -sí, sin compañeros, ni pareja, ni nada- es toda una experiencia. Puede resultar aterrador para algunos, interesante para otros; pero al final tiene, como todo, sus cosas buenas y sus otras que no tanto. ¿Qué opinas tu? Cuéntanoslo abajo