Pros y contras de LAS ESTRUCTURAS ANTISÍSMICAS

Durante algunos terremotos pueden verse luces en el cielo generadas por la ruptura de pares de oxígeno

Es un suceso que solo los expertos detallan, ya que las personas muy pocas veces se detienen a pensar en lo que ocurre a su alrededor por el temor que les invade ante los sismos. Algunos, incluso, responsabilidad de los humanos ya que la energía geotérmica, la minería y las prospecciones petrolíferas son causantes de estos movimientos. Aunque en su mayoría son causas naturales, bien lo saben los habitantes de países como Japón, situados en el Anillo de Fuego del Pacífico. Con alta actividad sísmica son expertos en la construcción de estructuras antisísmicas que impidan el colapso de ciudades enteras. Las mismas representan beneficios e inconvenientes, mismas que tratamos en el siguiente artículo.

Antecedentes de las estructuras antisísmicas

A lo largo de su historia, una nación suramericana ha sido golpeada por numerosos terremotos. De hecho, el más grande del que se tiene registro con magnitud 9,6 en la escala de Richter, ocurrió en Chile en 1960. Eso determinó que desde niños, los habitantes se hagan la idea de que los temblores serán constantes en sus vidas. Es inevitable, los estudiantes de primaria participan regularmente en simulacros y aprenden a mantener la calma, evacuando en orden.

También saben que un gran número de edificaciones cumplen las normas de las estructuras antisísmicas, se sienten seguros ya que es más difícil que se derrumben. No es que no se asusten, muchas personas entran en pánico, huyen despavoridas o, peor aún, mueren por infarto. La mayoría tiene claro que los eventos no siempre empiezan con grandes remezones, la intensidad varía así que esperan un poco antes de reaccionar.

Ejemplo de organización

Sin embargo, en este tema, los japoneses no tienen comparación. Con pocas excepciones, podrías no ver a alguien apresurándose por las escaleras, gritando desesperados, no se abren las paredes y las bases no ceden. En videos puedes notar como los que están trabajando se protegen bajo una mesa, una reacción que muchos consideran como fría e incomprensible.

Un terremoto de alta magnitud acabaría con nuestra cordura, pero no a los japoneses. Algunas imágenes del Parlamento de Tokio, muestran como los asistentes se quedan sentados esperando que pase un temblor para luego levantar  la sesión.

El control ya es parte de su cultura, tanto como su comida. Para ellos, mostrar en público miedo es un signo de debilidad vergonzosa, así que prefirieron darle un sentido a lo desconocido. Construyen casas que pueden ser reemplazadas, como los santuarios sintoístas, que son demolidos y reconstruidos cada veinte años.

En la ciudad de Tokio, los códigos de construcción exigen que todas las edificaciones sean estructuras antisísmicas. Los edificios convencionales resisten su peso, en cambio cuando ocurre sismo se mueven en dirección horizontal. Por esta razón las plantas caen unas encima de las otras, además que colapsan otros elementos no estructurales, las paredes.

Para evitarlo se basan en la ductilidad, que es la capacidad de los materiales para deformarse sin llegar a romperse; el objetivo es aplicar la combinación entre resistencia y ductilidad.