Durmiente y al acecho, como una hidra oculta en las bases de las sociedades democráticas, una amenaza política de incalculables proporciones

¿Estás dispuesto a seguir al líder?

Todo en el estado, todo para el estado, nada fuera del estado, nada en contra del estado” con esta curiosa frase el dictador italiano Benito Mussolini se refería por primera vez al totalitarismo. De esta manera el mundo empezaba a atestiguar en la era moderna el resurgimiento de una ideología que resulta una verdadera amenaza para para la democracia, los derechos humanos y las libertades individuales.

Si alguna vez leíste la novela “1984” del escritor George Orwell tendrás una noción básica de este tema, si por el contrario aún no has disfrutado de esta magnífica obra de arte literario, en el siguiente articulo vamos a explicarte todo lo que debes saber en relación a esta corriente ideológica y política, pasando por su historia y otros aspectos sumamente interesantes hasta desembocar en cuáles son las ventajas y desventajas del totalitarismo.

Sigue leyendo bajo tu propia responsabilidad, y recuerda que el “Gran Hermano” siempre está vigilándote.

EL TOTALITARISMO - LA DEVOCIÓN DEL ESTADO Y EL LÍDER ABSOLUTO

¿Qué es el totalitarismo?

Se define como una forma de estado que se encarga de organizar todos los componentes del mismo: territorio, población, gobierno y poder. Otros autores añaden a esto además el derecho y el poder jurídico. No es simplemente una variación del gobierno, está enfocada en la organización sistemática y absoluta de la manera de ejercer el poder y así mismo de las personas que lo ejercen. Una de las principales características del totalitarismo es el hecho de irrespetar y desconocer cualquier expresión de derechos humanos o libertades, ya sea de carácter social, ideológico, religioso o político. Algunos intelectuales lo definen como una evolución maquiavélica de la dictadura y el autoritarismo, sin embargo, la diferencia con ambas radica en el la forma en que el totalitarismo organiza el poder.

Las libertades individuales y los derechos humanos no tienen cabida cuando de gobiernos totalitarios se trata. La dignidad de las personas, así como la esencia del ser humano como individuo es eliminada, dándoles a las personas un estatus muy por debajo de lo éticamente aceptable, las clases sociales sin importar sus distinciones pasan a convertirse en masas, carentes de pensamiento, religión, o libertad. El estado se transforma en el alfa y el omega, el principio de todo que justifica los fines, siguiendo esta orden de ideas entendemos que por lo tanto el estado todo lo puede ya que el fin lo justifica. El totalitarismo maximiza la importancia del poder por sobre toda las cosas, lógicamente más poder significa más control y más control tiene como consecuencia la obtención de más poder. Transformándose de esta manera en una simbiosis politico-ideologica autosuficiente.

Desde un aspecto sociológico en el totalitarismo prevalece el concepto de que el ser humano solo existe para servir a la sociedad y por ende al estado que ejerce control total sobre ellos. El libre albedrio no existe, dado que eso supondría la existencia de la diversidad social, algo que va en contra de lo que esta forma de gobierno busca establecer. Poniéndolo de una forma más sencilla: en los estados totalitarios únicamente llegan a ser considerados los individuos cuando son parte de la sociedad, el humano es considerado como tal cuando forma parte o sirve a la sociedad, desechando cualquier aspecto de individualidad o cuando una persona actúa solo para sí misma.

Aunque el totalitarismo comparta ciertas similitudes con las ideologías marxistas y/o dictatoriales se contraponen en el hecho de que el marxismo no reconoce el fenómeno totalitario debido a la teoría de la ingeniería social. Los estados marxistas y por ende comunistas prefieren aplicar una suerte de dominación ideológica sobre las masas, alimentando el resentimiento, la discriminación y persecución de los partidos opositores. De esta forma las masas pasan a ser controladas por el estado bajo la premisa de estar librando una guerra contra la burguesía y el capitalismo, mientras de forma simultánea lo que se hace es mellar las libertades individuales.

Hay que tener muy en cuenta que esta subordinación es sumamente importante para los estados socialistas y comunistas, el proletariado es el componente fundamental de las masas y por ende la fuerza de trabajo para la construcción social. Estos gobiernos buscan siempre posicionar la consciencia de clases por sobre la consciencia individual, de la misma manera las elites intelectuales (adoctrinadas por la ideología del estado) son quienes se encargan de cimentar el proceso de conversión de las masas.

Sin embargo, por aterradores que parezcan las metodologías de los estados comunistas, fascistas y socialistas, no terminan de equiparar al totalitarismo. En el contexto político, los estados totalitarios concentran todo el poder en una sola persona, generalmente se trata de un líder carismático y con gran poder de convencimiento. Manipular a las masas es solo una de las labores de quienes lideran estados enfocados en el totalitarismo, mientras que las democracias permiten un esquema de poder jerárquico y que divide el poder entre el pueblo y los gobernantes, los estados totalitarios eliminan cualquier posibilidad de revolución apenas surja. Asegurándose su permanencia en el poder gracias a la no proliferación de partidos opositores.

Las doctrinas no existen cuando de totalitarismo se trata, no hace falta instruir a las masas en un corriente ideológica pues estas veneran ciegamente el poder del estado como fuerza absoluta sobre el destino de la nación. Esta devoción política es tal que el líder totalitario adquiere un nivel de todopoderoso avalado por el poder del estado y en muchos casos la fuerza militar. El estado se vuelve uno con las masas, con el líder, con los militares, el estado termina abarcándolo absolutamente todo hasta convertirse en un culto a la personalidad donde no está permitido el pensamiento crítico, ni la individualidad.

Además los regímenes totalitarios se sustentan en muchas ocasiones en supuestos étnicos o raciales, un claro ejemplo de ello fue el nacional-socialismo alemán, en el cual Adolf Hitler fue investido como figura de poder absoluto cuyo fin máximo era el de devolver a Alemania a sus tiempos de gloria, la preservación de la “raza superior” de los arios fue otro de los argumentos principales para sustentar la política racista y antisemita de los alemanes.

En relación a esto también es necesario explicar el factor dicotomía sobre el que se sustenta el totalitarismo, y es que una de las grandes herramientas utilizadas por los líderes totalitarios es la exclusión, desde este punto de vista existe la relación de superiores-inferiores. Según el pensamiento totalitario un hombre es superior a una mujer, un militar es superior a un civil, un miembro del partido es superior a una persona que no es miembro, por nombrar algunos casos.

EL TOTALITARISMO - EVOLUCIÓN MAQUIAVELICA DEL COMUNISMO

¿Cómo reconocer un gobierno totalitario?

A pesar de que cada uno de los estados totalitarios difieran entre sí, comparten características exclusivas que nos ayudan a reconocer cuando estamos ante el surgimiento de un régimen peligroso.

Fuerte apoyo militar:

Está claro que uno de los principales métodos de disuasión e intimidación de parte de los estados totalitarios es a través de la fuerza, en ese caso las fuerzas armadas de una nación juegan un rol clave en el establecimiento de la imagen del estado todopoderoso y el control de las masas. El totalitarismo se apoya en el fuerte sentido de disciplina militar para cimentar sus bases o reforzar su fachada de superioridad, no es extraño ver que militares de alto rango ocupen posiciones importantes dentro de los partidos políticos, o ministerios, y en algunos casos específicos es un militar quien se enaltece por encima del resto hasta alcanzar el rango de líder supremo, figura inconfundible en todos los estados totalitarios.

Es por esta razón que uno de los primeros pasos durante la puesta en marcha de un esquema totalitario es el de fortalecer las fuerzas armadas de la nación. Dotarlos de un mejor armamento, incrementar considerablemente el número de efectivos, y entregar posiciones de poder dentro del gobierno son las más frecuentes. ¿Te suena conocido de algún lado? En la actualidad países como Rusia, Corea del Norte y Venezuela emplean este esquema de fortalecimiento militar de manera frecuente, por lo que han cosechado muchas críticas en todo el panorama internacional debido a la priorización de la fuerza por sobre el bienestar social.

Censura y demonización del pensamiento:

Si el estado es todo y no existe nada más allá que el estado, entonces no hay cabida para la libertad de expresión ni la proliferación del pensamiento crítico. Otra de las premisas básicas para la exaltación de un estado totalitario es la eliminación de los medios de comunicación ajenos al estado, las masas pueden llegar a confundirse y levantarse contra quienes los gobiernan, la revolución del pensamiento es uno de los mayores temores de los líderes que adoptan el totalitarismo, por lo que para prevenir cualquiera de estos levantamientos optan por silenciar a sus críticos.

Una sola televisora, una sola emisora de radio, un solo periódico. El estado pasa a controlar todos los medios de comunicación con el fin de trasgiversar la información que se transmite, obviamente con fines beneficiosos para el estado. Es bien sabido que la propaganda es una forma para controlar a las masas, una idea bien plantada es suficientemente poderosa para manipular la mente. De esta forma los estados totalitarios se aseguran de que extinguir cualquier tipo de revolución que pueda ser coaccionada por sus críticos (en caso de que aún existan en la clandestinidad)

Imposición de dogmas y la intolerancia:

Todo aquel que no esté a favor del estado solo puede ser un enemigo. De esta forma el totalitarismo tacha de indeseables a todo aquel individuo que se atreve a ir contra la corriente de su ideología, valiéndose del aparato mediático controlado por ellos se encargan de poner a sus ciudadanos en contra de otros ciudadanos que no forman parte de su partido único. Las características raciales siempre son usadas como gancho por parte de los estados totalitarios, la política de superioridad racial de Hitler es uno de los mejores ejemplos.

Dogmatizar las ideologías de sus contrarios también forma parte del juego, al ser un estado que todo lo puede no representa un gran problema. Una vez que esto ocurre los enemigos del estado son descalificados ante sus camaradas, por lo que pasan a ser vistos como parias y en casos extremos perseguidos y encarcelados.

Incrementar la dependencia de las masas al estado

Cuando un pueblo tiene miedo, hambre y necesidades son más susceptibles a ser dominados. El estado totalitario influye de forma directa en estos aspectos, a través de las expropiaciones y eliminación del aparato productivo del sector privado, dando paso a la escasez, las masas al verse desprotegidas recurren al estado para conseguir ayuda. El gobierno entonces pasa a acoger a estas masas desprotegidas y a otorgarles ayudas económicas, alimenticias o sociales, quedando como una figura benevolente y capaz de solucionar los problemas. Sin saber que estos mismos problemas son provocados de forma intencional por el estado para generar las condiciones necesarias de subyugación social.

Esta es una de las estrategias claves, de hecho, si vislumbramos por un momento el panorama actual, podemos constatar que los regímenes en vías de convertirse en estados totalitarios aplican de forma muy efectiva estas tácticas para mostrarse como una opción creíble para solucionar los problemas de su nación. Retomando el ejemplo de Venezuela nos damos cuenta de que el estado se encarga de beneficiar a las masas populares con un sistema de “protección social” que busca alivianar los problemas de los que ellos mismos son causantes.

Entregar alimentos subsidiados a las familias, pagos de bonificaciones económicas, entrega de viviendas o vehículos construidos por la maquinaria del estado son solo algunas de las medidas que usa este gobierno para acrecentar su dominio sobre las masas. Sin embargo, estas medidas no son soluciones totales para el problema, y es exactamente la razón por la cual consiguen mantenerse en el poder. Al ser quienes crean estas necesidades y ofrecer la “solución”, lo que hace es profundizar la ya de por si grave crisis a la que está sometida el país.

Líderes del Totalitarismo: las cabezas de la hidra

Todo estado totalitario se caracteriza por tener un líder indiscutible, una figura de poder que se alza por sobre las masas y se convierte en la encarnación del estado que todo lo puede. Un hombre con una personalidad carismática y con el poder de convencimiento suficiente para establecer su dominio ideológico sobre todos los individuos, despojándoles de su identidad y llamándolos a unirse juntos por una sola causa: el bien mayor del estado.

A lo largo de la historia y en especial en la época moderna ha habido varios de estos controvertidos personajes, a continuación vamos a adentrarnos un poco más en la vida de quienes se han ganado el título de líderes del totalitarismo.

Kim Jong Un: Político y líder militar norcoreano con ascendencia japonesa. Asumió el poder como gobernante de la Republica Popular Democrática de Corea en diciembre del año 2011. Es a su vez presidente del partido del trabajo de corea, Kim posee una amplia educación en temas de política exterior, así como un dominio excelente de los idiomas alemán e inglés. En la mayoría de los países es considerado como un dictador totalitarista y no se refieren a él por los cargos oficiales que ostenta. Aunque ha sido una figura controversial desde su ascensión al poder, a partir de marzo del año 2013 ha estado en el ojo de la tormenta debido a su declaración de guerra contra Corea del Sur.

Por si esto fuera poco Kim Jong Un ha amenazado a la comunidad internacional en muchas ocasiones con el posible inicio de una guerra nuclear, una de las premisas en su gobierno ha sido la optimización de las capacidades nucleares de Corea del norte con fines bélicos. Por esa razón ha recibido diversas sanciones económicas por parte de la ONU y en especial de los estados unidos. A mediados del presente año una noticia causó revuelo, el líder norcoreano estaba abriéndose a la posibilidad de recibir al presidente estadounidense Donald Trump, así como a cesar las acciones de enriquecimiento de uranio con fines bélicos. Dicho encuentro se llevó a cabo con normalidad, al ser entrevistadas dichas partes anunciaron que habían establecido un principio de acuerdo de no agresión. Sin embargo, aún existen gobiernos que no creen en las promesas de paz de Kim Jong Un.

Adolf Hitler: Quizás el líder totalitario más reconocido de esta lista. Político, militar, pintor y escritor alemán pero de origen austriaco, nacido en el año 1889. El Führer (apelativo alemán para “líder”) gobernó Alemania desde el año 1934 hasta su muerte. Llevó al poder al partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, mejor conocido como partido NAZI. Su régimen totalitario fue conocido como Tercer Reich, de la misma manera Hitler fue el comandante en jefe de las fuerzas armadas alemanas durante la segunda guerra mundial, conflicto bélico que el mismo inicio para dar inicio a sus planes de expansión por Europa y el mundo.

Su objetivo principal era el de establecer un nuevo orden mundial basado en la hegemonía de la Alemania Nazi en el continente europeo. Apoderarse del espacio vital de otras naciones para expandir los territorios alemanes fue el precepto clave de su estrategia. Invadió Polonia en septiembre de 1939 violando de esta forma el tratado de Versalles, lo que desencadenaría de forma inevitable el inicio de la segunda guerra mundial. Durante la expansión de su política racista, Hitler se excusó en la raza judía como causante de todos los males de la madre patria Alemania, el antisemitismo fue un punto de inflexión durante su ejercicio del poder. Incluso hoy en día se desconoce el número exacto de judíos que fueron asesinados en los infames campos de exterminación.

A pesar de su ideología totalitaria y sus inhumanas prácticas para mantenerse en el poder mediante la eliminación de los “seres inferiores”, a Hitler se le respeta como un gran genio militar, el desarrollo de la llamada Blitzkrieg (guerra relámpago) es objeto de estudio en todas las academias militares del mundo, debido a los grandes resultados que estas tácticas ofrecían en el campo de batalla.

Benito Mussolini: Nacido el 29 de julio de 1883, el “Duce” Benito Mussolini fue un político, militar y periodista italiano. Fue presidente del consejo de ministros reales de Italia y desde 1943 hasta su ejecución en 1945 fue líder del partido nacional fascista. Su régimen totalitario fue conocido como “Fascismo Italiano” todo esto con la aprobación del rey Víctor Manuel III. Fue además el mariscal de los ejércitos italianos durante la segunda guerra mundial, es recordado por sus campañas imperialistas en Europa y África. Fue de estas campañas imperiales donde surgió su idea de formar un nuevo imperio romano que se extendería desde el este de Palestina hasta el sur a través de Libia, Egipto y Kenia.

El Duce no era un hombre tonto, permaneció en una posición neutral absoluta sin decantarse por ninguno de los dos bandos durante la segunda guerra mundial, al menos hasta que vio la oportunidad de unirse a la facción que consideraba tenia mayor probabilidad de ganar, los alemanes. Fue en 1940 cuando presionado por las insistencias de Adolf Hitler, le declaró la guerra a Francia y Reino Unido. Aquello no fue un movimiento tomado a la ligera, desde su ascensión al poder Mussolini soñaba con anexar a Italia las provincias de Córcega y Niza, además de Túnez y la Somalia francesa. La isla de Malta también era uno de sus anhelos, sin embargo, desaprovechó claras oportunidades para lograr hacerse con su territorio. Después de muchas peripecias provocadas por su ineptitud militar (muy diferente del genio bélico de Hitler) es arrestado y exiliado a la isla Maddalena por el rey Víctor Manuel III quien deseaba alejar a su dinastía lo más posible del fascismo que se había instaurado en Italia.

Como dato curioso, fue liberado de prisión por un comando de paracaidistas alemanes y es instado por Hitler a fundar un nuevo gobierno fascista que se instalaría en la republica de Saló.

Nicolás Maduro: Líder del movimiento revolucionario de la República Bolivariana de Venezuela, y vicepresidente del partido socialista unido venezolano. Es en la actualidad, el líder político más cuestionado de toda Latinoamérica, estas críticas se basan en el repudio que genera la ideología del llamado “socialismo del siglo XXI” el cual según los estudiosos de la política implementa las estrategias marxistas que no han funcionado en los gobiernos de la época moderna. Su política de estado se centra en un control absoluto y totalitario del poder, la eliminación del aparato productivo venezolano y por hacer frente a una grave crisis económica provocada por las mismas políticas socialistas que él ha impuesto.

Nicolás Maduro se excusa en una “guerra económica” orquestada desde “las altas esferas imperialistas en Washington” y de un bloqueo económico realizado por una alianza de naciones burguesas y capitalistas con el fin de exacerbar a la población venezolana y desencadenar un golpe de estado. De la misma manera es ampliamente criticado por su negación a habilitar un corredor humanitario para recibir recursos de ayuda por parte de otras naciones.

Además es centro de polémica debido a que las condiciones bajo las que fue elegido presidente no son del todo claras, con un rechazo de más del 75% de la población, este político obtuvo un 50% de los votos válidos mientras que su principal competidor un 49%, dichas elecciones fueron catalogadas de fraude por un tribunal supremo de justicia que fue obligado a exiliarse debido a la constante persecución política.

VENTAJAS

El bien mayor siempre es el objetivo final de todo estado totalitario, por esta razón el estado se encarga siempre de aplicar las estrategias que considere necesarias para alcanzar este fin. Puedes llegar a verte beneficiado de estas medidas de forma directa o indirecta, ya sea en el campo económico, social, o ideológico, dependiendo de qué tan comprometido estés con el totalitarismo que se ejerce en tu nación. Hay casos de personas que han logrado sacar grandes beneficios de estos programas sociales, sin embargo, ninguna de estas ganancias vienen sin un gran costo.

Fuerte unión cívico-militar. Los regímenes totalitarios se caracterizan por la presencia de las fuerzas militares en diversos estratos de la jerarquía de estado, por esta razón sus miembros deben ser individuos con un amplio sentido de la lealtad hacia su nación, de la misma forma proteger a su pueblo es una de sus obligaciones, teniendo en cuenta que el totalitarismo se vale de la premisa de la unión entre el pueblo y la fuerza militar, es muy común que en las naciones donde funcionan este tipo de estados siempre estén dedicándose a fortalecer la unión entre las masas y el ejército.

Desarrollo intelectual. Si bien el totalitarismo establece una única ideología, esta suele estar cimentada por corrientes de pensamiento filosófico sustentadas en la perspectiva de cada estado. Es importante hacer notar, que los estados totalitarios fomentan los estudios de filosofía, siempre enmarcados en las normas establecidas por ellos, pero que de una forma u otra permiten a las masas mantenerse a la vanguardia del pensamiento, siempre y cuando los conocimientos adquiridos nunca vayan en contra del estado ni de su persecución del bien mayor.

Poderío militar. Ya sea por facilitar la coerción con los civiles, o por ofrecer una imagen intimidante hacia el resto del mundo. Los regímenes totalitarios siempre se esfuerzan por tener grandes ejércitos, así como cuerpos de seguridad, es bien sabido que estos gobiernos no cosechan demasiados simpatizantes fuera de sus fronteras, por lo que se convierte en una obligación poseer una gran fuerza militar, en caso de entrar en un conflicto armado con otra nación este ejercito funcionaria de salvaguarda. De la misma manera, si el líder totalitario viene de las fuerzas militares esto le otorga un estatus superior, por lo que siempre será considerado una ventaja para los estados que ejercen el totalitarismo.

EL TOTALITARISMO - EXALTACIÓN DEL ESTADO Y EL CULTO A LA PERSONALIDAD

DESVENTAJAS

Vivir bajo un régimen totalitario implica abandonar cualquier clase de libertad individual que se pueda tener, todo esto como parte del plan de subyugación del estado en pro del bien mayor. Ninguna ideología es lo suficientemente valida como para obligar al ser humano a perder su identidad, ni siquiera por el bien colectivo. Hay que tomar en cuenta que en la mayoría de los casos los individuos que se oponen a renunciar a su libre albedrio o cualquier otra característica que los separe de las masas, son perseguidos, encarcelados y en algunos casos extremos, asesinados.

No hay lugar para la . Las religiones no tienen cabida en el totalitarismo, bajo la premisa de que el bien mayor debe ser el objetivo final y que para su consecución hace falta la entrega total de las masas, los líderes totalitarios reniegan de la religión según su conveniencia, aunque ha habido donde también ha sido usada como otra estrategia para facilitar la dominación de los individuos, esto siempre dependerá de los antecedentes históricos de la nación, si por ejemplo, una nación que siempre se ha caracterizado por ser de religión católica, el estado puede aplicar las medidas que considere para valerse de la de los ciudadanos en pos de facilitar su subyugación.

Censura. Un pueblo ignorante es uno que puede ser dominado con facilidad, los líderes totalitarios entienden esto a la perfección, al eliminar todo tipo de medio de comunicación o informativo y reemplazándolo por los propios se aseguran de que solo exista SU verdad. Por si esto fuera poco, la maquinaria informativa es una plataforma más que deseable para la implementación de la propaganda que necesita el régimen para sostenerse. Clara prueba de esto es el hecho de que los regímenes totalitarios hacen una inversión casi tan grande en los medios de comunicación como la que hacen en su fuerza militar. Subyugar la mente de las masas es el primer paso hacia la consecución de un verdadero estado totalitario.

La centralización absoluta del poder. Concentrar todo el poder en una sola persona nunca ha sido buena idea, y es que así como el poder corrompe también es una bomba de tiempo. Las verdaderas democracias logran funcionar por el hecho de que todo el poder está dividido entre varias jerarquías y parte de el reside en el pueblo, pero en el caso de los estados totalitarios todo ocurre de forma diferente. Es el líder quien se encarga de organizar el gobierno según sus ideales, normalmente inspirados en lo se conoce como bien mayor, no importa que acciones deba tomar para mantenerse así mismo en esa posición, ni lo que deba hacer siempre y cuando las masas actúen tal como se espera, la centralización del poder es un especie de seguro para retener esa posición de líder, por lo tanto, a pesar de que las decisiones del líder no sean siempre las correctas, no podrán ser cuestionadas a menos que se deseé ser tildado de paria y enemigo del estado.

¿Crees vivir en un país donde se está gestando un estado totalitario? ¿Crees que el bien mayor justifica las acciones totalitarias? ¿Que opinas del culto a la personalidad? si tienes alguna anécdota u opinión interesante con respecto a este tema por favor compártela con nosotros abajo en la caja de comentarios. Estamos ansiosos de interactuar contigo