Muchos son los aventureros que se lanzan al mundo, a conocer cada rincón del mismo, por ello es necesario hablar de uno de los transportes más útiles y prácticos para poder hacerlo, si, los aviones, esos pájaros metálicos que nos llevan casi a cualquier punto del mapa. Descubramos las ventajas y desventajas de viajar en avión.

Ya sea para moverte dentro de tu país como para hacerlo de un país a otro elegir hacerlo en avión tiene una serie de ventajas. Una de ellas es que de esta forma se reduce drásticamente el tiempo necesario para efectuar el trayecto, es decir tardaremos mucho menos en llegar del punto de partida al punto de destino que si usamos otros medios como coches, autobuses, trenes o barcos.

De esta forma, al necesitar menos tiempo para llegar a nuestro destino podremos disfrutar más de dicho lugar, teniendo más margen para descubrirlo y visitar todos los sitios, monumentos, mercados, pueblos y ciudades que se encuentren en tu ruta.

Claro que hay que tener en cuenta que para poder llegar hasta el avión también tendremos que tener un tiempo extra, siendo a veces ese periodo temporal bastante más largo que el tiempo de vuelo teórico.

Hablamos de la necesidad de llegar hasta los aeropuertos, y dependiendo de lo lejos que estén o las comunicaciones entre estos y el lugar de partida puede que necesitemos varias horas para vislumbrar ese aeropuerto.

Uno de los problemas en cuanto al transporte es que mientras que en algunos aeropuertos nos encontramos con múltiples posibilidades para llegar a las ciudades cercanas, como metros, autobuses, transfers, taxis o tranvías, en otros estas opciones son realmente reducidas, sobre todo si nuestro vuelo llega de madrugada o en determinados días en los que autobuses o trenes no operan, teniendo que recurrir en estos casos a los taxis, que suelen ser bastante caros.

Otro factor importante a la hora de elegir el transporte necesario para llegar al aeropuerto es el coste de dicho transporte. Así, sí por ejemplo elegimos viajar en transfer o en taxi el precio será mayor que si lo hacemos en bus o en tren.

Aunque claro, mientras que en el caso de trasladarnos en bus o en tren dependeremos de los horarios de los mismos, cuando lo hacemos en taxi o transfer estos estarán ahí lleguemos a la hora que lleguemos, en el caso de los transfers esperándonos a nosotros y no importando si el vuelo llega antes o después.

Sí por el contrario decidimos alquilar un coche y llegar a la ciudad por nuestra cuenta tendremos que valorar lo complicado que podría resultar movernos en coche en un lugar habitualmente desconocido, y si viajamos a determinados países de Reino Unido deberemos tener en cuenta que se conduce al contrario, con todas las implicaciones de este cambio.

Bien, ya hemos conseguido llegar hasta el aeropuerto ¿Y ahora qué? Pues bien, las cosas serán diferentes según si vayamos a facturar maletas u otros equipajes o si solo viajamos con equipaje de mano.

En el caso de viajar facturando maleta deberemos presentarnos en los mostradores de facturación con la suficiente antelación para poder facturar, el plazo de facturación puede variar según la compañía con la que vayamos a volar, pero hay que ser previsor y enterarse bien de con cuánto tiempo extra hay que estar allí, así evitaremos sustos y estrés.

Sí por el contrario decidimos que, con el equipaje de mano, el cual suele comprender un bolso pequeño y una maleta de cabina, es suficiente para nuestra estancia, solo tendremos que llegar con el margen establecido para poder pasar los controles y llegar hasta la puerta de embarque a la hora oportuna.

Hemos de considerar que sobre todo si viajamos en fechas en las que hay puentes o festivos, si es verano, si es Navidad… probablemente tendremos que salir de casa con más tiempo, ya que es posible que nos encontremos con atascos en las carreteras, que haya unas colas interminables para realizar la facturación, otras igual de largas para pasar los controles de seguridad y otras aún peores si hemos de pasar por control de pasaportes o aduanas.

Por ello, si quieres y puedes elegir otras fechas se recomienda elegir unas en las que no haya festividades que favorezcan las aglomeraciones, pues tanto a la hora de viajar como a tu llegada a destino de esta forma evitarás retrasos y largas esperas.

En cuanto a los controles que habremos de pasar para poder embarcar en nuestro vuelo ha de destacarse que las exigencias y rigurosidad de los mismos varían notablemente en función del país y la región en la que el aeropuerto está ubicado.

Así pues, encontramos aeropuertos en los que tendremos que pasar controles muy estrictos, se nos realizarán pruebas para la detección de diferentes tipos de sustancias, se revisará concienzudamente nuestro equipaje y tendremos que pasar por máquinas de reconocimiento facial, las cuales tienen un sistema de algoritmos muy elaborados para identificar a cada usuario y así tener registrado quien entra o sale de ese aeropuerto. Habitualmente nos cachearán o nos harán quitarnos los zapatos si estos son botas o plataformas.

En otros casos los agentes de seguridad de los controles son mucho más flexibles e indulgentes, pidiendo solo que no se lleven objetos metálicos encima al pasar el detector de metales o que no podremos objetos cortantes y/o punzantes.

Lo que sí suele ser común en todos los aeropuertos de todo el mundo es que no podremos llevar líquidos en nuestro equipaje de mano, solo algunos están permitidos y en cantidades determinadas, podemos llevar por ejemplo botes de champú o líquido de lentillas si estos están envasados en recipientes de menos de 100 mililitros de capacidad y siempre que el total de todos los envases que llevemos no supere un litro entre todo el conjunto.

Además, se pide a los pasajeros que depositen sus pertenencias en las bandejas que proporcionan y que dejen a la vista los móviles, ordenadores y tablets. Pues han de pasar por los escáneres de forma aislada.

También puede que nos sometan a pruebas que miden la presencia de sustancias explosivas, así como diferentes drogas y posibles sustancias tóxicas o nocivas.

No hemos de asustarnos, pues lo más normal es que tras estas pruebas podamos continuar sin más trabas hasta la puerta de embarque de nuestro vuelo.

En el caso de que dieran positivo tendremos que acudir a la policía, lo cual nos será indicado por el personal del aeropuerto.

Sí además se trata de un vuelo internacional es posible que debamos pasar por un control de pasaportes y documentación, esto sucede si viajas a otros países y sobre todo cuando estos son lejanos o hay cambios de continente.

En algunos casos tendremos que sacarnos un visado acorde con el motivo de nuestro viaje, esto es, un documento que nos permite el acceso al país durante un determinado período de tiempo. Este margen de tiempo depende entre otros factores de si vamos a hacer turismo o por motivos laborales, si nuestro país de origen y el de destino tienen determinados acuerdos o de nuestros recursos.

En lugares como Australia o Estados Unidos si quieres ir a trabajar o estudiar tendrás que cumplir los requisitos que ellos tienen, en Australia por ejemplo verifican que tengas una determinada cantidad de dinero, asegurando así de alguna forma que podrás ir y volver y tener los suficientes fondos durante la estancia.

Cuando ya has pasado todos los controles y trámites burocráticos llega la hora de buscar tu puerta de embarque, a veces esto no es nada fácil, pues hay aeropuertos que son realmente inmensos, en algunos puedes tardar 20 o 30 minutos en cruzar de un lado a otro, otro motivo más por el que ir con la suficiente antelación, sobre todo si no conocemos el aeropuerto en cuestión.

Que la puerta de embarque esté más o menos cerca y que tenga o no tenga sala de embarque depende en gran parte de la compañía con la que volemos, en el caso de las compañías low-cost seguramente nos toque esperar en un pasillo, siendo además más frecuente que haya retrasos más o menos sensibles.

Muchos aprovechan el tiempo que les quede entre que pasan el control y cuando tienen que ir hasta la puerta de embarque para darse un paseo por el Duty Free, allí puedes encontrar perfumes y ropa, alimentación, libros, juguetes y una lista inmensa de productos y servicios como cafeterías o restaurantes, lo malo, los precios no son demasiado ajustados, lo bueno, que para ser productos de marca son baratos ya que están libres de impuestos.

Durante el vuelo encontramos serias diferencias según viajemos en compañías más baratas o si lo hacemos en aerolíneas más buenas o de alta gama. Así por ejemplo en las low-cost el bajo precio se explica con aviones en los que los asientos están muy juntos, no hay muchos servicios a bordo, salvo algunos snacks bastante caros y además tendremos que aguantar que traten continuamente de vendernos miles de productos como colonias, boletos de loterías o bebidas de diverso tipo.

Sin embargo en otras compañías mejores, que a veces no tan caras como podemos temer, te ofrecen comodidades como pantallas de entretenimiento que incluyen películas, series, juegos y música, servicio de catering y bebidas, neceseres con algunos útiles como tapones para los oídos o auriculares y todo ello de forma gratuita, esto se agradece mucho en vuelos largos o en aquellos en los que pasamos las horas de las comidas a bordo, ya que de lo contrario o bien compras algo dentro o antes de montar en el avión o te lo llevas desde casa.

También es bueno llevar algo para entretenernos, como libros, consolas o similares, pues de lo contrario puede que nos aburramos, o quizás si somos de esos que son capaces de dormir podamos echar el vuelo descansando, de esta forma llegaremos frescos y descansados a nuestro destino, si eres de los que duerme como y donde sea puede ser buena idea coger vuelos de noche, pasarlos durmiendo y llegar a tu destino en las primeras horas de la mañana, de esta forma podrás aprovechar casi por completo el día de la llegada.

Pero no debemos olvidar que viajaremos con más pasajeros, a veces estos son un tanto incordiosos, pues hacen ruido, no paran de levantarse o incluso se pelean con las azafatas, esto puede convertirse en un verdadero engorro, pero solo nos queda respirar hondo y sobrellevarlo como podamos, ya sea escuchando música o viendo películas o hablando con nuestros compañeros de viaje, si queremos dormir podemos recurrir a tapones para oídos que amortigüen el ruido y así poder conciliar el sueño.

También puede pasar que nos toque al lado del viajero más hablador de todo el avión, esto puede ser cansino si estamos fatigados o si la charla nos resulta tediosa o incluso nos desagrada, pero pensándolo por el lado positivo esto puede convertirse en una fuente de información muy valiosa, sobre todo si esa persona ha estado o es nativa de un lugar al que vayamos a ir o no conozcamos, pues siempre son los locales los que tienen la información más valiosa sobre su lugar de origen.

A parte de ello, también te dejan elegir tu asiento sin que esto suponga una tasa extra, por lo tanto, podremos elegir si viajar en pasillo, y así poder movernos si somos de los que necesitan ir al baño cada poco tiempo o darnos una pequeña vuelta, el asiento del centro o el de la ventanilla.

En ese último caso podemos disfrutar de unas vistas increíbles de todos los lugares por los que vamos pasando, lógicamente si estamos a demasiada altura no podremos ver un pueblo o una ciudad pequeña, aunque si se trata de ciudades muy grandes o accidentes geográficos como montañas, lagos, mares y costas, podremos verlos y percibir todo aquello que seguramente hemos visto en un mapa o en persona a ras de suelo tantísimas veces.

Esta perspectiva también te permite ver grandes zonas de terreno, siendo a veces curioso comparar cómo cambian los paisajes en poco tiempo. Sí además viajamos en momentos en los que podamos ver el atardecer o el amanecer podemos disfrutar de ellos de forma privilegiada, siempre que no haya nubes o tormenta.

Y sobre las tormentas hemos de decir que suelen conllevar que haya turbulencias, pudiendo percibirse estas más o menos según sea la densidad y potencia del temporal. No debemos asustarnos, pues esto es más frecuente de lo que podríamos pensar, y normalmente no resulta peligroso.

Claro que, si tenemos de por sí miedo a volar puede que lo pasemos mal y sintamos por ejemplo que nos falta el aire, que nos mareamos o que temblamos, todo esto no va a acabar con nosotros, es fruto de la ansiedad que desencadena nuestro miedo a volar, pero como suele decirse no hay mejor forma de acabar con los miedos que enfrentándonos a ellos.

Por lo cual, aunque nos puede parecer imposible sobrevivir a ese pánico esto no debe impedirnos disfrutar de un magnífico viaje, viendo cómo no sucede nada por montarse en un avión conseguiremos que esto se normalice para nosotros y dejaremos de sentir miedo o ansiedad solo de pensar en volar en uno.

7 Ventajas de viajar en avión

1. Viajar en avión es muy rápido:

Mientras que en un trayecto en tren, autobús, barco o coche pasarías muchas horas en el camino, en los aviones el trayecto es muchísimo más ágil y llegarás es apenas unas horas, unas pocas más en viajes transoceánicos.

2. Volar suele ser cómodo:

Al viajar en avión no tendrás que conducir o lidiar con tráfico lento y atascos.

3. Puedes llegar a casi cualquier parte:

Hoy en día es difícil imaginar una región del mundo a la que no se pueda llegar por medio de un avión, aunque a veces necesitarás conectarlo con otros transportes.

4. Es más seguro que viajar por el suelo:

Aunque haya mucha gente a la que le da miedo volar está demostrado que viajar en avión es más seguro que lo que es viajar en coche por ejemplo.

5. Puede ser muy barato:

Si aprovechamos promociones de las aerolíneas y las agencias de viajes podremos conseguir vuelos a precios de risa.

6. Disfrutas de increíbles vistas:

Sin duda el viajar en avión tiene como ventaja que puedes asomarte por la ventanilla del mismo y ver el mar, las nubes, las montañas y las ciudades a vista de pájaro, lo cual disfrutarás salvo que sufras de vértigo, en ese caso es mejor evitar el asiento en ventanilla y elegirlo en pasillo o intermedio.

7. Puedes conocer gente nueva:

En lo que dure el vuelo, o mientras esperas para embarcar, muchos son los momentos en los que es posible que entables conversación con algún o algunos pasajeros de tu mismo vuelo con los que te lleves bien, sobre todo si viajas solo esto puede ser agradable, pues así tendrás con quién conversar y que el tiempo pase algo más rápido.

10 Desventajas de viajar en avión

1. Los aeropuertos están en la lejanía de las ciudades:

Habitualmente los aeropuertos de encuentran alejados de las ciudades, sobre todo si nos referimos a los centros históricos de las mismas, algunos incluso se encuentran en ciudades diferentes a aquella a la que nos dirigimos, pues lógicamente hay ciudades que no cuentan con aeropuerto

2. Pocos transportes de conexión:

En determinados destinos tendremos que valorar las opciones de transporte, pues en algunos casos estas son muy reducidas o muy caras, por lo que se recomienda comparar precios y ser previsores informándonos de las posibilidades que existen para llegar a donde queremos antes de salir de viaje

3. Controles de seguridad exhaustivos:

Si quieres viajar en avión tendrás que permitir que te registren tanto a ti como a tu equipaje para así asegurar que no portas nada peligroso ni prohibido.

4. Necesitas pasaporte para salir del país:

Si quieres viajar al extranjero necesitarás un pasaporte en vigor, pidiendo en algunos países que tenga una vigencia determinada, en algunos piden que cuando llegues tu pasaporte no caduque hasta mínimo 6 o 9 meses después.

5. Visados complicados de conseguir y por tiempo determinado:

Si viajas fuera de tu país, y sobre todo de tu continente, tendrás que informarte de si es necesario que saques un visado que te permita entrar en ese país y permanecer en él durante el plazo deseado.

6. La facturación del equipaje es costosa:

Si pretendes facturar una maleta tienes que tener cuidado con el peso de la misma, pues un exceso de peso en el equipaje supone una “sanción” bastante curiosa. Además, tendrás que llegar al mostrador de facturación del aeropuerto con la suficiente antelación.

Al llegar habrás de esperar en la cinta de equipaje para recoger tu maleta, por no mencionar que esta podría extraviarse, teniendo en ese caso que ir al mostrador de atención al pasajero para reclamarla y esperar a que, con suerte, aparezca.

7. Equipaje de mano:

Pero no todo son ventajas si quieres evitar facturar, pues aunque podrás llevar tu equipaje contigo y no tendrás que llegar con tanto margen para facturar tu maleta sí que tendrás que controlar lo que llevas en ella, y mucho.

Nada de líquidos envasados en recipientes de más de 100 ml, nada de objetos que pudieran ser utilizados para dañar a otros y nada de sprays.

8. Volar en avión es caro:

Viajar puede resultar un placer prohibido para muchos, ya que los precios de vuelos y hoteles a veces son increíblemente altos, impidiendo que viajemos salvo que recurramos a compañías low-cost o a promociones de otras aerolíneas.

9. Personal que no habla tu idioma:

Aunque teóricamente en un aeropuerto debería de haber personas que hablen multitud de idiomas a veces nos podemos dar con un canto en los dientes si encontramos a alguien que hable inglés.

Esto puede suponer un gran inconveniente si tenemos dudas o si nos surge algún tipo de problema, ya que deberemos de hacer que nos entiendan, y entenderlos nosotros a ellos, recurriendo a otros métodos de comunicación, como los gestos o el socorrido traductor de nuestro móvil.

10. Viajar en avión es tedioso y a veces se hace eterno:

Pese a que nos preparemos con música, libros o películas sin duda habrá vuelos que se nos hagan eternos, ya sea por la excesiva duración de los mismos o ya por nuestro cansancio o porque nos toque compartir vuelo con personas molestas o ruidosas.

¿Y tú qué opinas sobre los beneficios y los contra beneficios de viajar en avión?

Déjanos tu opinión en la caja de comentarios.