Pros y contras de USAR PERFUMES

¿Qué tan importante es, junto con la apariencia física, oler bien?

Es una realidad, todos alguna vez disfrutamos del olor de alguien y lo asociamos rápidamente a higiene corporal. Si preguntamos por la fragancia que usa y corremos a su compra, notamos que al probarla no la percibimos igual debido a que cada persona tiene un olor corporal particular. La química de tu piel podría alterar el efecto de los perfumes así como el sudor, el medio ambiente, e incluso cómo te alimentas.

Algunos perfumes suelen no emplear flores naturales para abaratar costes así que en esos casos utilizan fragancias sintéticas. Por ejemplo, el perfume Chanel Nº5 está elaborado únicamente con fragancias naturales, justificando su ostentoso precio. Muy popular como el primero en la historia creado en 1370 bajo el peculiar nombre de Agua de Hungría pues antes de esa fecha usaban aceites aromáticos.

¿La transición de los olores era pertinente? ¿Son seguras las fragancias que usamos a diario? Estas y otras tantas interrogantes son esclarecidas en el siguiente artículo acompañadas de los beneficios e inconvenientes de usar perfumes.

Desde castillos a Hollywood

Si te pones un poco de tu fragancia favorita sobre el pecho y otro poco en la nuca, te aseguras que su olor te acompañe durante todo el día. Claro que si perteneces a la parte de la población que fuma o que se exponen constantemente a ambientes contaminados, el aroma no perdurara.

El creciente interés por mantener un agradable olor favoreció el hecho de que en la actualidad la industria de la perfumería sea una poderosa rama de la industria química dado sus enormes volúmenes de venta. Es importante cómo, desde hace años, la sustitución de las sustancias naturales por otras sintéticas, ya que es más económico, deja mayor margen de beneficios resulta más sencillo de cara a la producción de grandes volúmenes.

Estos producto personales ocupan una posición destacada en el mercado cosmético, gracias a ello son de alto valor agregado y demanda significativa en muchos países. En este sentido tenemos que los principales exportadores son Francia, Estados Unidos, Alemania, España y el Reino Unido.

Estas estadísticas hubiesen sido traducidas a inicios del siglo XIX de forma tosca, y es que para la época los perfumes eran utilizados para ocultar la falta de higiene. Aquellas personas elegantes que transitaban por las calles europeas solían llevar un pañuelo perfumado que acercaban a su nariz.

Pero fue mucho antes, en la Antigua Mesopotamia, cuando los sumerios abrieron paso en la historia siendo los primeros en crear un perfume, que de acuerdo a su literatura se detallas muchas referencias.

Sin embargo, fueron los egipcios los encargados de fomentar esta industria así como la cosmética. Los sacerdotes tenían dispuestos sus laboratorios para la elaboración de las fragancias donde contaban también con diferentes ungüentos que utilizaban en sus ceremonias. Cada día ungían la estatuilla de Dios con las preparaciones y, durante las procesiones, al mismo Faraón.

El ingenio humano no cesó, capturando a los persas que dieron un paso más macerando flores en aceite que luego procedían a exprimir. Cuentan que fueron transportadas diferentes flores exóticas provenientes de Arabia e India para la creación de perfumes en Babilonia.

Más tarde, en 334 a.C., los perfumes llegaron a Grecia tras la conquista de Alejandro Magno, donde le atribuían poder divino y hasta creían que las mujeres encargadas de elaborarlos tenían poderes. Con los griegos aparecen los envases, en este caso frascos de cerámica para guardar las fragancias. Punto desde el cual, a través del Mediterráneo, llegan hasta otras naciones como España y Roma donde se instalaron los primeros perfumistas.

La popularidad se la debemos a la emperatriz Eugenia, luego de que en 1853 le encargara a Pierre François Pascal Guerlain, quien se desempeñaba como médico y también químico, la creación de una colonia que más tarde se llamaría Eau de Cologne Impériale.

Para David McConnell no fue un encargo sino más bien la materialización de una idea, el vendedor de libros con visión empresarial, reconoció que las mujeres disfrutaban más del pequeño toque floral de los perfumes que les regalaba por la compra de un libro, que de la lectura en sí. La fragancia era elaborada por él mismo en base a heliotropo, brezo y jacinto; a su vez creó la California Perfume Company, compañía que más tarde pasaría a llamarse Avon Products Inc.

El encanto y la popularidad de Marylin Monroe permitieron que una fragancia quedara en la historia, luego de asegurar que para dormir únicamente usaba unas gotas de Chanel N°5, que Coco Chanel pidió elaborara en 1921 a Ernest Beaux.

Hoy existen perfumes para todos los gustos, no hay celebridad que se digne a salir sin los cosméticos o tal que no tenga ya su propia fragancia. La motivación que puede hacer de un nombre artístico una marca comercial, comienza con la selección y mezcla de la sustancia odorífera determinada con alcohol etílico hasta la disolución completa de la primera en este último.

Después se añade en proporción especifica agua desmineralizada o destilada, según se requiera la densidad del producto resultante. Posteriormente se macera la esencia guardándola en un refrigerador común, tal como el que tenemos en casa. El tiempo suele oscilar entre veinte y noventa días dependiendo del tipo de perfume, seguidamente se filtra el preparado eliminando así todas las posibles partículas en suspensión. Finalmente se almacena la sustancia en un lugar frío y oscuro, procediendo a envasar, que puede ser tanto el elegido para su comercialización como determinados recipientes para su conservación.

Un gusto que todos estarían dispuestos a pagar

Bien sabemos que los perfumes son una mezcla de sustancias aromáticas, pudiendo ser aceites esenciales naturales o esencias sintéticas, en un disolvente en estado sólido o líquido (alcohol en su mayoría) y un fijador. Dependiendo de la cantidad de esencia, pueden ser necesarias dos y cuatro toneladas de rosas para obtener un kilo de esencia de dicha flor, este se denominará de manera distinta. En esta distinción encontramos las colonias con un 2% y un 4% de esencia, el agua de colonia entre un 5% y un 12%, el agua de perfume de 13% a 20%, hasta llegar a los perfumes propiamente con 21% y un 25% de esencia.

Entre los numerosos trabajos de la industria el Imperial Majesty es considerado como la loción de mujeres más cara del mundo, puede ser adquirida por la cantidad de 215000 dólares. Entre los elementos que le componen, tenemos los aromas de 170 rosas acompañados de sándano indio, vainilla de Tahití, jazmín árabe y otros.

Durante 1999, el creador de esta esencia, se hizo cargo de The Crown Perfumery, conocida como una de las casas de perfumes más antiguas en territorio británico. Algo muy importante que le concedió gran reconocimiento fue que dicha perfumería se encargaba de la creación de fragancias exclusivas para la Reina Victoria, contando con una presentación en la que se embotella de forma majestuosa como su nombre mismo.

El  frasco está elaborado de cristal de Baccarat con un singular detalle: un diamante blanco como adorno;  además, la tapa simula la corona como la que usaba la realeza británica. El diseñador de interiores de lujo Clive Chistian decidió que haría historia y así fue, su producto fue creado para el aniversario número 50 del reinado de Isabel II, donde el lujoso frasco cautivó también con los destellos de fragmentos de oro de 18 quilates.

Todo aquel que se atreva a adquirir semejante obra de arte, recibirá su pedido en un Rolls Royce rodeado de seguridad. Evidentemente el elevado precio le hizo merecedor a este entre tantos perfumes, su inscripción en el libro de los Record Guiness.

Pero Clive Christian también pensó en los caballeros con el Clive No.1 Imperial, fragancia que se cotiza como la más costosa del mundo para hombres. Su alto precio de 168363 dólares se justifica debido a un año de trabajo y esfuerzo para la realización de la esencia a partir de lima, mandarina, pomelo, nuez moscada, pimentón dulce, lirio de los valles, rosa, iris, cedro, sándalo, vainilla, ámbar y jazmín.

Nativo de las regiones tropicales de Asia, esta última flor, representa una importante simbología espiritual y cultural valorada en muchos pueblos. Su fragancia embriagadora ha sido inspiración para decenas de artistas, compañías de perfumes y amantes desde hace miles de años.

Incluso cuenta una leyenda como un jardinero toscano recibió de comerciantes persas flores de jazmín y lo plantó en su jardín, donde cortó un adorable ramo de la blanca flor para regalarle a la mujer que amaba, quien al verse complacida con el detalle aceptó casarse con él. Se dice que esta la razón que incluye en los eventos de tradición toscana llevar un jazmín en la ceremonia matrimonial.

Napoleón no le usó para casarse pero si día a día mientras estaba ocupado conquistando territorios, ya que su mujer le introdujo en su complicada vida el uso de agua de colonia sin fantasía para que no descuidara su higiene corporal. La fragancia era una mezcla de jazmín, cítricos, bergamota, rosas y azahar. La madera de cedro y el almizcle redondeaban esta colonia generando un efecto de olor a limpio, y que a su vez incrementó la afición al punto en que el emperador pidió se elaborara un frasco rectangular que le cupiera en la bota para así llevarlo a todas partes.

¡Los perfumes son una adicción para ellas!

Antiguamente en algunos países ducharse podía llegar a ser todo un lujo, en ocasiones las personas adineradas no se lo podían permitir con frecuencia. Fueron las mujeres de la aristocracia europea quienes comenzaron a proveerse de ricos perfumes femeninos para enmascarar hasta el más pequeño mal olor, costumbre que se mantuvo y hoy en día el 91% de las mujeres usa perfumes.

La última y más joven reina del antiguo Egipto fue conocida por su coquetería y preocupación por la belleza. Cleopatra se bañaba con leche de burra para tener mantener lo que consideraba una piel perfecta, tampoco dejó de lado ningún aspecto de la cosmética, y, por supuesto, fue una gran fanática de los olores.

Se dice que hacía su propia loción con flores como el narciso, la rosa, el lirio y, sobre todo, el loto azul. La flor que era muy utilizada en el antiguo Egipto se combinaba con las bases oleosas utilizadas en la época provenientes de plantas y árboles, magia natural que ahora nos ayuda a comprender cómo Julio César o Marco Antonio se rindieron a sus pies.

Las fragancias de lujo, entendidas como las que se venden por encima de los 30 dólares, son apreciadas y deseadas por la mayoría de las féminas que se muestran dispuestas a pagar más por algo propio y muy personal. Las estadísticas demuestran que las aprecian como un regalo comparable e incluso es más estimado que otros como joyas o una cena.

Sabemos que en la actualidad los perfumes de lujo no son algo exclusivo de una élite social, un estudio revela su popularidad entre la mayoría pues son utilizados por 3 de cada 4 mujeres y entre la mitad de la cuarta parte los usan a diario. Donde se emplea más habitualmente es Reino Unido, el 52% de las féminas en el país declaran utilizarlo diariamente, al igual que el 46 % de las francesas y el 40% de las alemanas.

En España lo hacen el 27%, 25% de las italianas y el 25.1% de las estadounidenses. Si bien podemos observar las significativas diferencias en el uso de las fragancias entre distintos países, una marca destaca en todos ellos. Es Chanel Nº5, que se estima más de 35 millones de mujeres tienen un frasco en los países mencionados.

Entre los hábitos y conductas sobre los perfumes puede señalarse que en los países pertenecientes al norte de Europa la decisión de usar una fragancia en particular se debe a la ocasión o el humor, mientras que en el sur las mujeres afirman están más influenciadas por el clima de ese día.

Sean unas pocas horas o no, al parecer el olor influye mucho en el sexo femenino. Las feromonas humanas del sexo, por ejemplo, son sustancias químicas naturales que nuestro cuerpo exhala, y aunque aparentemente no se percibe olor, provocan reacciones en otras personas a través del olfato.

Existe un tipo de perfumes que se basan en un concentrado precisamente de feromonas humanas, esta vez sintetizadas en laboratorio y que sirven como aditivo cosmético únicamente olfativo. Los productores del mismo indican que es imprescindible sea utilizado a diario después del baño o la ducha, ya que el agua borra su efecto.

Su hallazgo se remonta al 1986 cuando la doctora Winnifred Cutler, quien presidía el Instituto Athena de Pennsylvania, mostró su influencia de las relaciones entre el hombre y la mujer, así con su deseo sexual.

Sus estudios concluyeron que los productos químicos emanados por los hombres (sudor, hormonas y olor natural de la piel), pueden causar en sus parejas la posibilidad de ser más fértiles, tener ciclos menstruales regulares y efectos suaves durante la menopausia.

De igual manera la doctora percibió que gracias al contacto con la esencia de otra mujer por algunos meses, estas menstrúan al mismo tiempo. También aseguró que la misma aumenta el deseo para el contacto sexual, incrementando la receptividad frente a su pareja masculina.

Se le conoce a esta científica como la primera persona que sintetizó las feromonas en un laboratorio y embotelló para venderlo bajo el nombre de Athena Pheromone 10X, para los caballeros, y Athena Pheromone 10:13, para damas.

Quizás el nombre de feromonas en perfumes te intriga o asusta, pero descuida porque se usan como una fragancia normal, tal como haces en las mañanas que aplicas sobre el cuello y en las muñecas, son idénticos a las que encuentras en el mercado salvo al componente instintivo primario que se le añade para favorecer las relaciones.

¿Y para ellos?

Mucho se ha hablado de la destreza militar, belleza y carácter de Alejandro Magno, pero pocos saben que además simpatizaba porque olía muy bien. El historiador de origen griego Plutarco relataba que su aliento y cuerpo estaban tan perfumados que las vestimentas quedaban impregnadas. Parece que el rey de Macedonia cuidaba mucho su figura y estética, iniciando la tradición de oler bien como una forma relacionar su figura con lo divino.

Seguro has volteado a ver a un chico que pasa cerca por el simple hecho de que dejó su aroma en el aire, definitivamente es una de las cosas más irresistibles de los hombres. Sobre perfumes no hay reglas para ellos, escogen el que les gusta y ya, sin embargo sí podemos detectar relación entre sus preferencias y su personalidad.

Ya que aman los deportes y el ejercicio en general, regularmente prefieren los aromas cítricos aunque algunos optan por fragancias frescas que remiten al mar. No es tanto que se preocupen por su apariencia, sino que es característico su gusto por mantenerse activos.

Ya confirmado que los olores ofrecen toda la información necesaria, hasta aquellos detalles más íntimos, solamente utilizando nuestro olfato entendemos muchos aspectos de la vida de otras personas. Prestando atención al aroma podemos conocer gustos particulares que envuelven olores fuertes, florales o frutales, señalando desde misterio hasta pasión. Por eso es tan importante la elección de los perfumes masculinos que, probablemente, tienen mayor efecto al de una sonrisa radiante o a un excelente estado físico.

En el caso del sexo masculino, estas tienden a ser subestimadas por quienes las usan ya que no comprenden totalmente su importancia y relevancia; algo que las mujeres si tienen muy claro, siendo un regalo para hombres por excelencia. Existen detalles que de seguro no les agradarían como encontrar notas de papel adhesivo en el carro ¡vaya que sería una sorpresa! Podría dañarse la pintura, además que deberán pasar horas quitándolos o manejar con ellos.

Ahora bien, si podríamos rechazar ciertos perfumes y se debe a que en nuestros recuerdos olfativos corresponden a malos momentos o personas desagradables que de cierto modo nos marcaron ayer, guiando nuestra elección hoy. Las grandes marcas sin duda apuestan por los buenos momentos gastando millones de dólares en publicidad, sin embargo en ocasiones no se presta atención a la formación del consumidor.

Los expertos de la industria aseguran que no hay perfumes buenos y malos, tampoco que existen para temporadas especiales dado que si es bueno en verano lo será en invierno. Claro está el marketing es el responsable de estas creencias, aunque si hay algo peor que toparse en una fiesta a alguien con tu misma ropa, es encontrarte con tu olor.

Pero los chicos no saldrían con la loción llamada Vulva, que no es propiamente una loción pero si el aroma íntimo del área genital femenina consecuencia del movimiento y el sudor; los fabricantes no han especificado cuáles son los ingredientes.

¿Una manía incontrolable en los hogares?

Cuando nacen los bebés inmediatamente reconocen por el olfato a su madre, es el sentido más primitivo pero menos conocido y valorado. Desde pequeños nos perfumamos y es en la infancia donde más olores retenemos. En ese momento no lo precisamos, pero más adelante, ¿qué hace que una loción nos entusiasme?

Hoy en día las marcas más prestigiosas seducen a los consumidores con millonarios anuncios televisivos, tal vez sea ello lo que nos atrae o el deseo de probar el producto del que todos hablan, dejando de lado los miles de compuestos químicos que se emplean.

Por ello una muy buena opción son los perfumes naturales, artículos ecológicos que combinan toda clase de aromas con ingredientes naturales hasta productos con canela y jengibre, agregándole el de madera.

Deben elaborarse con sustancias orgánicas que se mezclan con alcohol o aceites, tan sencillos que hacerlos en casa es muy fácil. Lo práctico y ecológico les otorga popularidad así que desde hace tiempo los cosméticos de este tipo entraron fuerza en el mercado, su consumo pasó de las tiendas especializadas a canales de venta más generales.

Nos pasa muy seguido que somos atraídos por la riqueza de los activos naturales, además de que en una sociedad preocupada por el respeto medioambiental, estos cosméticos son la elección más razonable por su respeto del entorno.

Entre ellos el aceite de incienso, destilado de la resina del árbol, que es un suave astringente y tonifica la piel, si se combina con la frescura cítrica del aceite de mandarina, crea un sutil aroma con propiedades revitalizantes que refresca todo tipo de piel. No dejemos de lado el áloe vera ideal para todos los tratamientos porque constituye una base calmante y refrescante, con posibilidad de combinar bien sea con el aceite de geranio y el aroma del agua de azahar.

En casa procuramos todo esté en orden y el ambiente fresco, así como nos preocupamos por oler mejor, tanto como si estuviésemos saliendo de tomar un baño pese a las altas temperaturas que incrementan la sudoración. Nos gustan los buenos olores y por tanto, no es extraño que también queramos que nuestras mascotas huelan rico todo el tiempo, eliminando el característico olor que les acompaña. Una pregunta frecuente surge en este punto, ¿es recomendable aplicar perfumes a un perro?

Estos fieles acompañantes están bendecidos con un olfato estupendo, se cree que un millón de veces más potente que el del ser humano ¿Increíble no? Del mismo modo se ven afectados tanto positiva como negativamente por los olores a su alrededor, mientras que esparces un poco de los perfumes y no te parece suficiente, desde la perspectiva de tu perro puede ser tan desagradable como si estuvieras echando la cantidad necesaria para un elefante. Suele ser demasiado intenso y a menudo, estresante para ellos, pero no se limita solo a los perfumes ya que existen otros elementos como los limpiadores de alfombras, las lacas para el cabello y los ambientadores.

Existen investigaciones que así lo comprueban, explicando cómo les afecta y, lo peor de todo, como les impide transmitir fácilmente sus emociones por encontrarse con los olores que le molestan. Para detectarlo solo tienes que fijarte en el comportamiento para saber si algo le está incomodando.

Si el perro está nervioso luego de que utilizaras perfumes, loción de afeitar o tras un baño con champú perfumado, podrás comprobar que no es nada agradable para él y entre el horror que vive querrá revolcarse por la hierba o en la tierra con la esperanza de conseguir de nuevo su olor natural.

Los perfumes no tienen género, tienen valores y actitudes. Así también aspectos positivos y negativos que a continuación son presentados.