¿Un desafío a la biología y, quizás, a la raza humana?

El hombre es una máquina pensante que no para de innovar en busca de comodidad y mejoras del espacio que les rodea, no basta crear represas como signos de gran infraestructura sino que también logró diseñar dispositivos en miniatura llamados H3O Magic Sticks que ayudan a producir agua potable rica en hidrógeno en tan 3 solo minutos.

La distracción, evidentemente, fue un aspecto que de igual forma se trató, robots con reconocimiento facial y controlados por voz como el Utrtech First Order Stormtrooper para los amantes de Star Wars, la nueva sensación.

Ahora bien, cambios drásticos a sí mismo como el body hacking permiten a muchos replantearse si la presentación del primer chip en 1971, incrementaría trabajos que no serían particularmente realizados en computadores.

¿Hasta dónde llegará el poder de invención? ¿En qué punto debe limitarse esta tecnología? Descubriendo los avances en el siguiente artículo, así como los beneficios y daños de la misma, podrás deducirlo.

El mundo está cambiando

Desde hace cien años la tecnología nos permite lograr hazañas impensables llevando, por ejemplo, computadoras en el bolsillo que conectan con un amigo que está miles de kilómetros o al otro lado del mundo en cuestión de segundos. Una respuesta al instante, control de enfermedades que en un momento asolaban el mundo y acceso a la mejor medicina en la historia.

Eso significan los avances, un progreso increíble, pero ¿cuánto es demasiado? ¿En qué punto separamos la tecnología que ayuda a la humanidad de la que se vuelve humana?

Es pues, probablemente, el movimiento del body hacking, la razón que nos obliga a hacer esta gran pregunta.

En marzo de 2016 en Austin, Texas, muchas personas descubrieron el impacto de este fenómeno social con la primera convención de body hacking  donde centenares de body hackers se reunieron para discutir y señalar la últimas tecnologías implantables diseñadas para mejorar, a su parecer, el cuerpo humano.

Uno de esos innovadores que participaron en la exposición estaba incluso implantando chips bio-seguros frente a todo el público presente. Cada chip contiene un número único de identificación que permite desbloquear el teléfono de la persona o abrir puertas con el mismo sistema, son pequeños del tamaño de un grano de arroz y, aunque a muchos no les agrade la idea, la gente hacía cola para que se lo implantaran.

También presentaron la tecnología Northstar, un dispositivo del tamaño de una moneda que de igual modo se puede implantar en la mano: cuando se pasa un imán sobre el chip este emite destellos que después de 10 segundos desaparecen, o vuelve al modo sueño como lo indica la compañía que pretende llevar a cabo la bio luminiscencia en los tatuajes.

Sin embargo son los trabajos en el ámbito de la salud con los que se busca ganar adeptos para que esta moda, tildada así por sociólogos, llegue a cada rincón del planeta. Bien sabemos que los ataques cardíacos son un gran flagelo en nuestros días, ¿y si diseñan un implante que detecte los síntomas que anuncian un ataque horas o días antes? Este tipo de sistema del body hacking no solo podría salvar vidas sino que además permitirían que la gente no viva con el temor latente a lo que pueda ocurrir.

Para quienes asistieron a la convención de Austin entienden que se convirtió en una especie de peregrinaje para los tecnólogos, transhumanistas y artistas del espectáculo. Captó la atención de miembros del ejército norteamericano bajo la premisa que los organizadores del evento de body hacking asumieron: un cambio de cuerpo o mente de una persona para que refleje su «yo ideal».

BODY HACKING - MODIFICACIONES CORPORALES TECNOLÓGICAS

Un movimiento: Transhumanismo

Jesika Foxx de 27 años cuenta con una apariencia peculiar ya que tiene una oreja de elfo y globos oculares púrpuras asegurando que son permanente, no se decoloran. Por su parte su marido llamado Russ, de 35, luce un par de cuernos dentro de la cabeza justo bajo la piel que se mueven un poco haciéndolos rotar con la mano.

Quizás un poco más extraño, aún, sea Stelarc, un australiano de 72 años que se implantó una oreja en el brazo donde pretende instalar un pequeño micrófono para que los demás escuchen lo que él oye a través de internet.

Estos y muchos otros seguidores del body hacking creen que el uso de la tecnología no solo puede aplicarse para arreglar partes del cuerpo que funcionan mal o dejaron de hacerlo, sino que debería emplearse en mejoras de un cuerpo humano sano. Ellos advierten que ha llegado la hora de darle espacio a nuevos ideales, el transhumanismo.

Un movimiento intelectual y cultural que sostiene la posibilidad y obligatoriedad moral de mejorar las capacidades físicas, intelectuales y psíquicas de la especie humana mediante la aplicación, precisamente, de nuevas tecnologías con el propósito de eliminar todos aquellos aspectos indeseables de nuestra condición como las enfermedades, el sufrimiento, el envejecimiento y por qué no, la muerte.

El fundamento del Transhumanismo es llegar a una especie transhumana, adquirir mayores capacidades físicas, psíquicas e intelectuales que posteriormente creen un ser que ya no sea humano sino superior.

Pretenden se lleve a cabo mediante ingeniería genética, eugenesia embrionaria y prenatal, y nanotecnología aplicada en el cerebro para potenciar las capacidades sensoriales y cognitivas del hombre.

A su vez mediante fármacos que controlen el bienestar emocional reduciendo el impacto negativo de algunas experiencias, actuando directamente sobre los centros de control y neurotransmisores; píldoras de la personalidad que eliminen la timidez o que aumenten la capacidad creativa y emocional para generar el cese de los miedos sociales.

A nivel celular, ampliar la expectativa de vida con el desarrollo de terapias genéticas o métodos biológicos que bloqueen el envejecimiento celular y la denominada existencia post-biológica. En esta última se realiza un escaneo de la matriz sináptica de un individuo y se transmite después a un ordenador, podría decirse que consiste en la emigración de un cuerpo bilógico a un substrato netamente digital.

Aunque parezca extraño, pretender mejoras en el ADN o la selección del mismo para individuos sanos no es una señal de body hacking reciente, se remonta a distintos eventos que marcaron la historia. Probablemente uno de los más caóticos ocurrió el 14 de julio de 1933, meses después de la llegada al poder de Adolf Hitler, cuando el régimen nazi promulgó la ley que buscaba evitar la descendencia con enfermedades hereditarias.

La nueva norma autorizaba por la dictadura promovía la esterilización forzada de todas las personas que padecieran trastornos mentales, ceguera, sordera, malformaciones o incluso alcoholismo. Como consecuencia de ello más de 400.000 personas fueron esterilizadas, solo de ciudadanos alemanes arios  porque la población judía y otras etnias eran exterminadas en los campos de concentración.

Aunque el propio Darwin se opuso a esta interpretación de una doctrina evolutiva, previo al body hacking, las ideas de Galton lograron captar el interés de una parte de la comunidad científica que debatió la posibilidad de promocionar técnicas para mejorar el repertorio genético, sin embargo la eugenesia tuvo dos caras.

La denominada “positiva” buscaba potenciar la salud a través de medidas básicas como la higiene, el ejercicio y la nutrición alentando a hombres y mujeres a casarse con personas sanas. Pero no todas las medidas inspiradas eran tan benignas ya que en esta corriente se amparaban leyes que exigían certificados médicos que constaran se gozaba de buena salud sexual para poder conceder un permiso de matrimonio, o se justificaban persecuciones a quienes se consideraban indeseables.

Por las medidas impuestas, la eugenesia se convirtió en lo que hoy llamaríamos política transversal.

Body Hacking: ¿tecnología invasiva?

La teoría transhumanista que fundamenta el body hacking, plantea numerosas cuestiones tanto de orden teórico como práctico,  pero sus autores aún no contestan muchas de ellas. En primer lugar, parte de un postulado todavía no demostrado: “el hombre es un ser que se reduce exclusivamente a sus conexiones neuronales”.

Si razonamos una cuestión a fondo, muy importante, nos encontramos con otra interrogante que tampoco está saldada: ¿quién dice que cuanto más perfecto sea física y psíquicamente, seré más feliz? O bien otros puntos, ¿qué es la felicidad?, ¿qué determina ser mejor o más perfecto?

Las respuestas son particulares y no están meramente relacionadas con lo material sino moral y ontológica, ya que ser mejor o feliz no depende solo de ello; siendo la ecuación de perfección física igual a felicidad, irreal.

Hay después de una serie de críticas sobre el body hacking , como en todo proceso, con respecto al ámbito práctico tras la aplicación de selección embrionaria y eliminación eugenésica de embriones y fetos con defectos. No dejemos de lado los problemas derivados de la nanotecnología al cerebro y neuroética, el uso de los fármacos que cambian la personalidad y la dificultad en la distribución de recursos.

Los expertos concluyen que pese a los fines buenos del transhumanismo, como hacer de la vida del hombre algo mejor teniendo en cuenta siempre la medicina, la ciencia y en general el progreso, no puede ser alcanzado a través de cualquier medio. En el núcleo de esta teoría nos topamos con la pérdida del sentido del valor y dignidad del hombre, que básicamente hacen de este un ser especial de la naturaleza, aún con sus límites.

Tal vez sea la no aceptación de la realidad humana el motivo de forjar un futuro utópico, puramente material, que nos lleve fuera de los cauces humanos programando el exterminio. En un principio es muy fácil sentir rechazo por la tecnología body hacking, tan increíblemente invasiva y permanente que es para un gran número de personas una total locura que alguien se someta a ella, y ni hablar de hacer cola para obtenerla. Sin embargo es muy interesante dedicarse a averiguar para qué otros propósitos se puede usar la tecnología.

Podrías llevar en tu cuerpo un dispositivo que te alerte cuando has ingerido mucha cantidad de un alimento que en grandes porciones cause malestar, otro que identifique cuando estás propenso a sufrir lesiones tras un entrenamiento físico o impedir ataques de animales por la emisión de señales que los ahuyenten.

Diversas áreas de trabajo

La medicina no ha quedado rezagada en el tema, son muchos los beneficios tangibles de la tecnología en el bienestar humano y hoy vemos resultados increíbles. Esto puede significar desde meditación o la cirugía cosmética, llegando entonces a la colocación de radiotransmisores debajo de la piel o tomar drogas que alteren el funcionamiento anormal del cerebro.

Desde hace un tiempo el término que se le asignó a la combinación propia de conocimientos médicos y biológicos fue el de biohacking, un segmento que con pequeños trabajos nos lleva a límites impensados. Hoy, por ejemplo, científicos trabajan en el diseño de un microchip que tiene como propósito cambiar la vida de las personas que sufren de Alzheimer.

Estos proyectos son apoyados por entes de la talla de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados (Darpa) del ejército norteamericano, encargados de los primeros avances en Internet, el GPS y  los autos autónomos. Se pronunciaron expresando su interés por el body hacking, porque afirman que si algo está en el borde de lo imposible, ellos comienzan a explorar esa área. Públicamente el director está interesado, por ahora, en técnicas restauradoras que ayuden a mejorar la memoria o dar a los paralíticos la autonomía que necesitan controlando equipos con ondas cerebrales.

Es un hecho que el término transhumanismo, acuñado en 1927 por el británico Julien Huxley, ha trascendido en la comunidad científica, inicialmente biólogos y eugenistas, aplicando las leyes biológicas de la herencia para el perfeccionamiento  humano. Aunque su mayor sueño con el body hacking, casi inalcanzable, es lograr desafiar la muerte y la decadencia de las personas en últimos años de vida.

Curiosamente cuando pensamos en hackear un ordenador, no creemos que pueda salir nada bueno, pero todo apunta que hackear el cuerpo bajo esta teoría puede tener efectos beneficiosos. Al menos es esa la meta del biohacking, algo que los CEO de Silicon Valley creen puede conseguirse experimentando ayuno por largos periodos. Los grandes ejecutivos apuestan por dietas extremistas evitando comer de dos a cuatro días de ayuno, con días en los que se ingiere el resto de calorías necesarias. Durante este lapso básicamente se alimentan de agua, café y té negro.

En declaraciones ofrecidas luego de la publicación, el ejecutivo que aplicó el régimen, afirmó no solo haber perdido 40 kilos sino también haber sentido toda una transformación. Aseguró sentirse más saludable con su suministro de energía. Dado que esta corriente de body hacking, como en el pasado, siempre enfrenta dilemas éticos y morales, se suma al panorama controversial de las medidas que junto con los implantes, son considerados drásticos.

Control y cambios

Existen numerosos diminutos dispositivos que permiten controlar espasmos en enfermedades como la epilepsia y el Parkinson, así como los que transmiten órdenes con la mente en tetrapléjicos o los ojos biónicos para recuperar la visión. También en personas sanas, como los chips transdérmicos que se encargan de funciones de localización, como los que disponen los animales de compañía e increíblemente con pagos. Generalmente son ideas de los biohackers, personas que parten de la filosofía de ‘hazlo tú mismo’ y se encargan ellos del proceso.

El pionero fue un artista británico llamado Neil Harbisson que se implantó una antena en la cabeza para superar las limitaciones de percepción del color consiguiendo ser la primera persona en el mundo reconocida por un gobierno como cyborg gracias al body hacking. La antena le permite lo que muchos alguna vez han querido experimentar: percibir colores invisibles como infrarrojos y ultravioletas, recibir imágenes, música, videos o llamadas telefónicas directamente en su cabeza.

Por si fuera poco dispone de conexión a satélites, lo que según sitios web importantes, le permite percibir colores extraterrestres. Sus hazañas le llevaron a crear la Fundación Cyborg, organización internacional dedicada a ayudar a los humanos que deseen convertirse en cyborgs, a promover así el ciborguismo como movimiento artístico y defender los derechos de sus participantes. Esta fundación tiene su sede en Nueva York pero inició en Barcelona.

Actualmente, el body hacking causa cierta polémica, aunque no tanto por su aspecto transhumanista como por su consentimiento de acceso a los materiales y métodos científicos. Por un lado, encontramos entre los defensores del biohacking a las empresas norteamericanas, contrarios al movimiento muchos otros científicos.

Entre las compañías que amparan estos ensayos científicos, Ascendance Biomedical facilita al comprador la participación en los diferentes tratamientos médicos o estéticos desarrollados con la ingeniería genética. Dos ejemplos notorios son su investigación de la cura contra el VIH/SIDA o su terapia para optimizar el metabolismo. En el segundo caso, The Odin proporciona acceso a sus clientes a  distintas herramientas para modificar genéticamente organismos, como primers de DNA o CRISPR personalizado.

Zayner, de 36 años es un doctor en biofísica y ex trabajador de la NASA que saltó a la fama en 2016 luego de lanzar una campaña de crowdfunding para que cualquier persona pudiese experimentar con el CRISPR. Esta es una novedosa herramienta molecular utilizada para editar y corregir desde casa el genoma de cualquier célula.

No conforme con esto, el propio biohacker anunció durante el transcurso de una conferencia que lograría ser la primera persona en intentar modificar su ADN con la técnica. Acto seguido, tomó una jeringa y se inyectó el contenido con el supuesto gen que diseñó para favorecer el crecimiento muscular.

Sin embargo, Zayner, que ahora dirige una compañía por internet de venta de CRISPR a 159 dólares, parece estar replanteándose sus prácticas y considerando sus efectos. O al menos, la promoción que ha llevado del body hacking. Así lo confesó en una entrevista donde dijo no tener duda de que alguien acabará lastimándose.  

Como otros biohackers, promueve que cualquier persona puede experimentar en el garaje de su casa con la biología sin necesidad de tener conocimiento alguno ya que advierte uno de los grandes problemas de la ciencia es que muchos de los avances se publican en las más prestigiosas revistas, que por su precio, no están disponibles para el público general hasta décadas después.

En este punto es bueno indagar sobre los beneficios e inconvenientes con el body hacking que a continuación detallamos para conocer el impacto del movimiento.

VENTAJAS

Cifrado practico. Estos implantes tienen el potencial de usarse como autenticación digital, para almacenar llaves públicas de cifrado y quizás, en un futuro, remplazar el uso de contraseñas. Esta tecnología tiene el potencial para resolver estos problemas y agilizar tareas de uso común.

Investigación y desarrollo. Desde los inicios del transhumanismo se ha incrementado la apertura de nuevas líneas de investigación, generando nuevas fábricas, empleos directos, mano de obra calificada y la promoción de nuevas políticas establecidas en la ingeniería.

Apoyo. Sin duda las mentes más jóvenes suelen ser las más brillantes necesitando ser escuchadas para explotar su potencial. Favoreciendo los trabajos de exploración en las principales universidades del mundo, las grandes compañías que apuestan al body hacking sustentan los proyectos de nanotecnología en los estudiantes que tal vez tengan en sus manos la cura contra el cáncer.

Asistencia a pacientes. Una chica llamada Lewis probablemente es el mejor ejemplo del lado bueno de body hacking, una persona que creó un aparato del tamaño de una tarjeta de crédito como su propio páncreas ya que sufre diabetes. El sistema médico tradicional le ofrecía la insulina que tiene que administrarse cuando su organismo requiere regular los niveles de azúcar, para hacerlo más fácil usa una pequeña computadora con una radio que funciona con un código, que al igual que unas de sus camisetas, tienes letras blancas y números. La bomba de insulina hace todo el trabajo por ella, así como otros tantos dispositivos creados para administrar fármacos y trasmitir ondas en el cuerpo humano que mejoren afecciones médicas.

Fácil acceso. Lo cierto es que todo esto es posible debido a que los precios para analizar las células y el ADN de un organismo han bajado, para el año 2001 costaba cerca de 3 mil millones de dólares y para 2022 se estima será el mismo precio de un inodoro. De hecho, hay programas en la red que permiten realizar el análisis de un código genético ya secuenciado, hacerle cambios mediante comandos e imprimir el resultado en una caja de Petri.

BODY HACKING - ¿CONVETIRSE EN CYBORG GRADUALMENTE?

DESVENTAJAS

Riesgos. Desde la perspectiva de seguridad, body hacking es una tecnología de seguimiento que implica riesgos para el portador, incluso con la tecnología existente en el sector salud como los marcapasos, existen complicaciones y acceder al funcionamiento de estos dispositivos de forma remota suele ser complicado.

Integridad personal en juego. Hablando aún del sector salud, los monitores para el cuidado de los pacientes tienen un seguimiento de los datos personales en un periodo de tiempo establecido, con esto se podría tener una estadística y formular una tendencia, información sumamente sensible si es expuesta por individuos inescrupulosos.

Vulnerabilidad. El uso de implantes con tecnología NFC abarca dos categorías: identificación del portador y  almacenamiento de su información. Los chips pueden ser usados para entrar a un edificio, completar una transacción y ajustar el nivel de confort de los asientos de un auto. El usuario en particular corre el riesgo de atentado contra su persona en caso de hurto ya que este tipo de sistemas son adquiridos por personas adineradas.

Conflictos. Pese a las grandes oportunidades, hay varias barreras sobre todo en lo que corresponde a la aplicación de la tecnología en el ser humano. Si bien hay una manipulación desde que 1972 cuando se comenzó a usar la fertilización In Vitro, el hecho de manipular el ADN de un feto para hacerlo más inteligente tiene implicaciones éticas y morales que se siguen debatiendo al punto de ser rechazadas rotundamente por parte de la sociedad.

Automedicación. Traywick fue un científico que padeció herpes, no hay pruebas independientes que demuestren si sus medicinas podían curarle pero durante un evento en Texas se implantó su propio producto en la pierna sobre el escenario ante todos los espectadores, o al menos trató de hacerlo. Eludir la ley al automedicarse incrementa los riesgos de sufrir lesiones y empeoramiento de la condición médica. En el presente año Traywick fue encontrado muerto en el interior de un tanque en un spa de Washington DC, tan solo tenía 28 años. La policía comunicó que no hubo indicios de muerte violenta, aunque solo la autopsia determinaría si la cura experimental que se inyectó por sus ideales de body hacking, tuvieron algo que ver.

Dudosa procedencia. Los productos suelen ser compuestos de investigación, pero cuando los amantes del body hacking  hablan sobre ello a menudo lo llaman tratamiento, situación que les perjudica con los reguladores estadounidenses. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos dice que este tipo de empresas son un peligro, además no facilitan un monitoreo de las actividades.

Sin leyes. No existe normativa legal que establezca sanciones a quienes manipulan los materiales de investigaciones de body hacking para daños contra otros individuos, las corporaciones que regulan los estudios muchas veces no cuentan con el poder de inmiscuirse en los laboratorios como parte de la política de respeto que solicitan los científicos.

Daños a sí mismos. Pese a tener las herramientas necesarias, aquellos que no tienen conocimientos teórico ni procedimental de técnicas de laboratorio, se perjudican porque son incapaces de realizar correctamente sus proyectos.

Lesiones en la piel. Como en todo campo de la investigación hay riesgos, con el body hacking los implantes pueden en algunos casos generar reacciones adversas en la piel y provocar infecciones; de no ser atendidas de manera expedita puede provocar la muerte. Algunos detractores indican que este campo de estudio controversial podría acelerar el proceso de desarrollo de células malignas aumentando las posibilidades de producir cáncer en la piel. Incluso su utilización alteraría el normal funcionamiento de marcapasos y otro tipo de asistencia técnica en el cuerpo.

¿Estarías dispuesto (a) a remover tejido sano de tu cuerpo por experimentar con un dispositivo? ¿Padeces alguna enfermedad crónica que puede tratarse con diseños de body hacking? Anímate e interactúa en los comentarios con el aporte que quisieras realizar.