Porque es necesaria la educación bilingue
Hoy en día vivimos en un mundo globalizado, en el que personas de todas las culturas conviven en las mismas ciudades y zona geográficas. Dado ese crisol cultural, en el que cada uno tiene una legua materna, es cada vez más y más necesario el aprender idiomas y manejemos al menos una lengua común, por medio de la que comunicarnos con los demás.
Habitualmente el idioma impartido con mayor frecuencia es el inglés, salvo en países cuya lengua original sea esta, es por eso que normalmente casi todos sabemos algo de inglés, aunque sea lo justo para manejarnos o porque nos lo exigen a nivel laboral o académico.
La variedad de idiomas para aprender
Pero, ¿es que acaso no hay más idiomas? Claro que sí, desde el francés, al popular chino, el japonés o el alemán serían unos pocos ejemplos de todas las lenguas que podríamos o estamos aprendiendo.
Quizás si la causa de que estudies un nuevo idioma es que te lo impongan para aprobar un examen o acceder a un puesto de trabajo la motivación pueda ser insuficiente, cansándonos mucho antes y con mayor facilidad que si el motivo es porque nos queremos ir de viaje a un país en el que se hable ese idioma o simplemente porque nos guste la lengua en sí.
Es por eso que a muchos les resulta cansino y rechazan de pleno la simple idea de tener que comenzar a aprender una nueva lengua desde cero, y son otros tantos los que prefieren idiomas similares al propio, como por ejemplo aquellos con el que su lengua materna comparte alfabeto y estructuras gramaticales y sintácticas, en lugar de lanzarse de lleno a idiomas radicalmente opuestos al materno.
Esta postura es muy comprensible, pero, ¿tiene los mismos efectos en nosotros? Quizás puede parecer sorprendente, o puede que lo veamos lógico, pero cuanto más diste el idioma objetivo del de partida más gratificación obtendremos al hacer cualquier progreso en su aprendizaje, así, por mínimo que ese avance sea nos sentiremos satisfechos y contentos de haber alcanzado esa meta.
Aprender idiomas imposibles
Por eso muchos expertos recomiendan aprender idiomas que en principio nos parecen imposibles.
Claro que a la misma vez aconsejan que el aprendizaje de los mismos sea organizado, o bien por un profesor nativo de ese idioma, o bien siguiendo determinadas técnicas de estudio a la hora de organizar las sesiones y el proceso de aprendizaje en general.
De esa forma nos aseguraremos de que el proceso de adquisición y afianzamiento de los conocimientos necesarios no se convierta en una verdadera tortura, pudiendo por el contrario convertirse en una serie de actividades lúdicas y divertidas que podemos disfrutar muchísimo.
Al mencionar el tema de la clases sale a relucir un hecho muy evidente que afecta a muchos alumnos, las academias de idiomas suelen ser bastante caras, salvo algunas versiones low cost, las cuales por supuesto suelen tener algunas deficiencias, aunque esto no quita que en muchos casos cuentan con unos docentes excelentes que no tienen nada que envidiar a esos otros profesores de las academias de renombre.
Si encima lo que nos interesa son clases particulares con un profesor nativo, el precio por hora llega a doblar al de una academia al uso, por lo cual se vuelve un proceso realmente caro, prohibitivo para muchos.
En el caso de que nuestro objetivo sea presentarnos a un examen oficial que nos proporcione un título válido para probar nuestro nivel de ese idioma, el presupuesto ha de ser aún mayor, pues si por algo son famosos estos exámenes es por las elevadas tarifas que presentan solo por el mero hecho de presentarte a las pruebas, sin obtener en muchos casos el título deseado, por lo que bastante gente considera que presentarse a exámenes de convalidación es tirar el dinero, siendo esta muchas veces la causa de desistimiento a la hora de intentar alcanzar el deseado título.
Debido a esos precios tan altos han ido surgiendo una serie de iniciativas como los tándems lingüísticos. Estos tándems o intercambios consisten en poner en contacto a un grupo de personas de diferentes nacionalidades con el fin de que hablen entre ellas, alternando el idioma por turnos, para que así ambas partes practiquen el idioma de sus compañeros a la par que ayudan a los demás a aprender y perfeccionar su propia lengua.
La ventaja de actividades como esta es que resultan divertidas, muchas de ellas incluyen dinámicas más o menos elaboradas que incitan a los participantes a hablar de temas que de por sí no suelen salir en una conversación con alguien a quien no conoces en exceso, otras veces consisten en juegos.
Algunos ejemplos podrían ser juegos como poner a los participantes una tarjeta en la frente con un personaje o un concepto escrito, sin que cada uno vea en ningún momento su tarjeta, teniendo que formular cada uno preguntas para adivinar quién o qué son, mientras contestan las preguntas de los demás jugadores, siempre siguiendo una pauta para los turnos.
También se pueden proponer coloquios sobre diversas temáticas según los intereses de cada público, pues quizás para uno lo más divertido es contar chistes o hablar de música, mientras que
otros prefieren tocar temas más profundos como la político o la economía.
Sea cual sea el programa de esos tándems lo cierto es que para muchos han constituido un gran descubrimiento, pues pese a considerar que no sustituyen el papel de una academia o profesor experto, sí que ayudan a afianzar conceptos y a aprender expresiones coloquiales, es decir a ver realmente como se habla en los países en los que ese idioma es el oficial, pero a pie de calle, pues en las academias o centros docentes esa jerga tan rica y expresiva no suele enseñarse a los alumnos.
Uno de los factores que más echa para atrás a muchas personas a la hora de aprender, y sobre todo de practicar, un idioma diferente al suyo es la vergüenza.
Lógicamente, cuando uno está aprendiendo un nuevo idioma al hablarlo o escribirlo cometerá numerosos fallos y errores, siendo para muchos incómodo y bochornoso que otra persona los corrija, aunque esta lo haga de la forma más sutil y bienintencionada.
Esa vergüenza o miedo al ridículo es especialmente notable cuando lo que se intenta es hablar ese idioma, así muchos pese a controlarlo y comprenderlo bastante bien, no se lanzan a conversar o contestar en esa lengua extranjera.
Por ello, cada vez es más habitual que en las clases se emplean dinámicas que ayudan a vencer esa timidez a la hora de lanzarse a hablar, los juegos y actividades que promueven la participación y alientan a los alumnos a intentarlo son realmente útiles, pues muchos se da cuenta gracias a ellos de que son capaces de comunicarse de una forma eficaz con los demás usando el idioma que están aprendiendo.
Así, llegamos al tema de la utilidad, sin duda aprender nuevos idiomas es muy práctico, ya que nos ayuda a jugar con ventaja en diversos contextos. Por ejemplo, en el caso de presentar una candidatura y optar a un puesto de trabajo suele tenerse en cuenta que el candidato conozca más de un idioma, y en algunos casos más de dos y más de tres, por lo que si tienes más conocimientos lingüísticos que otros aspirantes jugaremos con ventaja, teniendo más oportunidades en el mercado laboral.
También en el mundo académico es útil manejarse en más de un idioma diferente, sacaremos mejores notas, tendremos un mejor expediente y podremos optar a conseguir becas en el extranjero, como las conocidas becas Erasmus, o la participación en programas similares.
Si somos unos amantes de los viajes hablar idiomas es primordial.
Los buenos trotamundos son capaces de comunicarse de forma efectiva con los nativos, obteniendo información relevante acerca de las ciudades y los rincones peculiares y ocultos de sus lejanos destinos.
Son los locales los que sabrán qué sitios son más bonitos, donde se verá mejor la puesta de sol o donde podremos disfrutar de comida realmente tradicional, alejándonos de los comercios más turísticos y captando la esencia original de ese lugar y de su cultura.
También de esa forma podrás socializar con otros viajeros que no hablen la misma lengua, pudiendo hacer grandes amigos en el transcurso de tu travesía, con los cuales compartir grandes momentos y organizar excursiones o salidas tanto culturales como festivas o relajantes.
Muchos estudios han probado que el mero hecho de aprender un nuevo idioma ayuda a mantener nuestro cerebro activo.
Esto se ha aplicado en personas con tendencia a desarrollar diferentes tipos de demencia y trastornos de la memoria siendo el aprendizaje de una lengua extranjera uno de los mejores métodos para potenciar nuestras capacidades y nuestra inteligencia.
Pero, como hemos mencionado anteriormente, mucha gente se frustra por el hecho de no avanzar tan rápido o de no hablar tan bien como desearían.
Un consejo que dan muchos expertos en la materia es tener paciencia y no marcarse metas demasiado ambiciosas, ya que es entonces cuando nos desmotivaremos si no conseguimos alcanzarlas en el plazo y de la forma esperada.
Otra de las consideraciones sería elegir el idioma a aprender, para ello podemos regirnos por diferentes criterios bien sea la utilidad o cantidad de población que habla ese idioma, bien porque lo necesitemos para un objetivo concreto como mudarnos a un país en el que esa sea la lengua oficial. Si por ejemplo nos mudamos o visitamos un país francófono nos decantaríamos por el francés, mientras que de ser una nación angloparlante lo haríamos por el inglés.
En algunos casos nos decidimos por idiomas que realmente no son muy conocidos y que solo se hablan en uno o dos países.
Esto no debe de ser un impedimento para lanzarnos a descubrir ese nuevo idioma. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que no tendrá tanto ámbito de aplicación como idiomas más globales.
Si no somos capaces de decidir un solo idioma podemos aprender más de uno al mismo tiempo.
No obstante, se recomienda no hacerlo simultáneamente si en ambos idiomas partimos de cero, ya que primero deberemos de sentar las bases de un nuevo idioma y una vez estas bases están consolidadas ya podremos aprender otros idiomas nuevos. Siendo de esta forma menor el riesgo de liarnos y mezclar conceptos y estructuras de ambas lenguas.
Así pues sería mucho mejor aprender los idiomas de uno en uno que intentar abarcar dos de formas simultánea ya que esto podía resultar muy contraproducente. Claro que también dependerá de nuestros dotes lingüístico y preferencias personales, pues hay personas que lo encuentran más divertido y menos cansino, al poder alternar la práctica entre uno y otro.
8 Ventajas de aprender idiomas
1. Aprender idiomas es útil.
Al conocer más idiomas podremos hablar con más gente y desenvolvernos mejor si visitamos países extranjeros además puede resultarnos de gran utilidad si necesitamos aplicarlo en nuestro trabajo en el ámbito académico.
2. Puedes viajar a otros sitios sin depender de nadie.
Si manejas el idioma materno del país que visites podrás moverte y disfrutar de la experiencia como un auténtico local, descubriendo grandes rincones y secretos, ocultos para el grueso de los turistas.
3. Conoces gente del extranjero.
Al hablar otros idiomas puedes entrar en contacto con gente de diversas nacionalidades.
Por lo que puedes hacer amigos extranjeros sin que existan barreras lingüísticas que impidan la comunicación.
4. Ejercita tu cerebro y lo mantiene activo.
El aprendizaje de un nuevo idioma es uno de los mejores ejercicios del denominado Brain Training, o entrenamiento cerebral, el cual promueve la preservación y la mejora de nuestras capacidades cognitivas.
Por ello, se considera que esta práctica es muy beneficiosa para la salud, ya que puede jugar un papel importante en la prevención de enfermedades que afectan a la memoria, cómo podría ser, por ejemplo, la demencia.
5. Más oportunidades de trabajo.
Es un hecho comprobado que aquellas personas que manejan más de un idioma tienen más oportunidades de acceder a un puesto de trabajo por descontado estos puestos suelen ser mejores cuanto mayor es el nivel que el individuo ha alcanzado en esa lengua extranjera requerida para el desempeño de sus labores.
6. Aumenta tu confianza.
Una vez que hayas decidido aprender un idioma te darás cuenta de lo rápido que aumentará tu confianza.
Tu progreso te proporcionará la suficiente motivación para continuar aprendiendo.
Además recibirás la admiración por parte de los que no tienen la suficiente motivación para aprender un idioma.
7. Encuentra nuevos amigos al aprender idiomas.
Al asistir a un curso de idiomas se conoce a un montón de gente nueva con la que incluso podrías terminar forjando una buena amistad.
En los cursos de idiomas en el extranjero se reúnen estudiantes de todo el mundo y a menudo esas amistades se mantienen incluso después de la vuelta a casa, se visitan unos a otros en sus países de origen o mantienen el contacto a través de las redes sociales.
8. Vivir, trabajar o estudiar en el extranjero.
Un nuevo idioma puede permitirte vivir, trabajar o estudiar en otros países, especialmente para los más aventureros, esta es la oportunidad perfecta.
¿Ha soñado alguna vez en vivir en una hermosa isla entre los mares del sur o te gustaría ser aceptado en una universidad americana?
Aprender un idioma puede abrirte las puertas a estos destinos.
Quizás tengas suerte y encuentres su trabajo ideal o la pareja de tu vida mientras viajas por el extranjero.
5 Desventajas de aprender idiomas
1. Aprender idiomas es caro.
Las academias de idiomas y las clases particulares de los mismos son caras e inaccesibles para muchos usuarios.
Es por ello que son muchos los que tienen que recurrir a alternativas más baratas, o incluso gratuitas.
Ponerse en contacto con personas nativas de la lengua que pretenden aprender para mantener conversaciones con ellas, o la adquisición de libros y manuales que les permitan aprender por su propia cuenta.
2. Algunos idiomas se hablan en pocos lugares.
Decidir aprender una lengua que hablan pocas personas en el mundo puede resultar útil en casos concretos como en el de mudarnos al país en el que se hable esa lengua.
Sin embargo, a grandes rasgos, si queremos aplicar un idioma de una forma más universal quizás es mejor idea buscar otra lengua que se emplee en un mayor número de países.
Ya que por tanto será hablada por una cantidad superior de personas.
3. Vergüenza y miedo a equivocarse.
Muchos alumnos se sienten cohibidos a la hora de intentar hablar en un idioma extranjero.
Por esta razón, es importante emplear tácticas y métodos de enseñanza que ayuden a vencer esos miedos y conseguir que la gente se sienta a gusto al practicar esa nueva lengua.
4. Lioso si aprendes más de una lengua al mismo tiempo.
Hay que tener en cuenta que intentar aprender dos idiomas simultáneamente puede llevarnos a no afianzar bien los conocimientos básicos de cada uno de ellos.
Y por lo tanto, a cometer un número de errores de una magnitud considerable en ambos idiomas, no llegando a controlar con soltura ninguno de ellos.
5. Frustración y rechazo.
Debido a que actualmente la sociedad en la que vivimos sólo se maneja en su lengua natal, la dificultad de aprender el idioma puede llevar a la frustración y el rechazo.
Esto ocurre principalmente en los colegios, donde a demás de aprender el idioma natal, aprenden también un idioma extranjero.
¿Y tú qué opinas sobre los beneficios y los contra beneficios de aprender idiomas?
Aprender idiomas abre muchas puertas en este mundo que nos rodea, la cantidad y probabilidad de puestos de trabajo que nos brinda conocer idiomas es realmente alta, pero no solo para el trabajo, viajas al extranjero?, que ventajas o inconvenientes tiene para ti el aprender idiomas? Cuentanoslo.