Pros y contras de TENER COCHE PROPIO

Poseer un coche propio es algo muy importante para muchas personas. Pero, ¿te has planteado las ventajas y los inconvenientes de tener coche propio y usarlo para tus desplazamientos? Tanto si es a diario, como de forma esporádica o vacacional, tener un coche puede marcar la diferencia.

Cuando tenemos nuestro propio coche podemos ir a donde queramos, siempre que haya carreteras que nos lleven a esos lugares. Además, como somos nosotros los que conducimos, no tenemos que estar pendientes ni de horarios, ni de la frecuencia de paso de los transportes, como sucede en los autobuses, metros, trenes, e incluso, con los aviones.

Si tenemos un coche mediano o grande, contaremos con un espacio importante a la hora de hacer compras o de llevar el equipaje cuando vamos de viaje, sin tener las limitaciones que podemos tener en medios de transporte públicos, o en otras alternativas como podrían ser las bicicletas o las motos.

Igualmente, podemos llevar a nuestra familia y amigos con nosotros, disfrutando de grandes momentos junto a ellos y siendo su compañía un gran entretenimiento cuando vamos al volante. Asimismo, puede que estos mismos familiares y amigos nos usen de chófer, teniendo que soportar que nos estén pidiendo constantemente que los llevemos a sus destinos, lo cual nos puede resultar bastante agobiante y nos veremos obligados a cumplir con sus deseos, con tal de evitar enfados y discusiones.

Por otro lado, hemos de cuidar que esa entretenida compañía no nos distraiga de la carretera, pues uno de los grandes problemas de conducir es que es una actividad realmente peligrosa si no ponemos plena atención en nuestras acciones, y en las de los demás, de lo contrario podemos sufrir graves accidentes que pueden resultar fatales para nosotros y nuestros acompañantes, ya que al estar distraídos nuestro tiempo de reacción aumenta, lo cual hace que no seamos capaces de evitar colisiones o atropellos.

¿CUÁL ES LA NORMATIVA QUE NOS AFECTA?

Es por eso que, para evitar dichos accidentes, la DGT ha regulado las acciones y normas de tráfico a las que debemos de prestar atención si queremos tanto evitar sufrir daños o causárselos a terceros, como si pretendemos ahorrar en cuanto a multas y puntos de nuestro carnet se refiere. Ya que, dependiendo de la sanción, podemos incluso quedarnos sin él, y por tanto, sin poder conducir hasta que lo recuperemos.

Para cumplir esas normas habrá unas limitaciones, que afectan a factores como el alcohol, el consumo de drogas, el uso de dispositivos móviles y auriculares, cómo deben ir los menores y con qué aparatos, es decir, sillas de seguridad homologadas, debemos equipar nuestro coche si tenemos niños pequeños, o cómo deben ir también sujetas las mascotas o los bultos que portemos.

Asimismo, conducir puede resultar realmente estresante, sobre todo cuando lo hacemos en determinadas circunstancias como pueden ser: circular en zonas con un nivel tráfico importante, cuando tenemos que hacer frente a atascos o condiciones climatológicas adversas, si estamos enfadados o cansados, si hemos o estamos discutiendo con nuestros
acompañantes, etc…

Además, si no disponemos de GPS, o incluso aunque lo tengamos, no será difícil que, sobre todo cuando vayamos a sitios desconocidos, nos perdamos y tengamos que dar mil vueltas para poder llegar a donde queríamos. Esto puede ser desesperante y a veces, sobre todo en grandes ciudades, perderse supone una diferencia en cuanto al tiempo invertido bastante importante.

¿PERO…QUÉ DEBEMOS HACER PARA PODER TOMAR EL VOLANTE?

Pero por supuesto lo más importante es que, para poder conducir necesitarás sacarte el carnet pertinente, lo cual no resulta fácil para todo el mundo debido a que, el tiempo y el esfuerzo que necesitemos para obtenerlo dependerá de nuestra habilidad al volante, así como de nuestra capacidad para mantener la cabeza y los nervios templados cuando realicemos el examen. Esta es la razón por la que muchos conductores fallan y suspenden su temido examen, debido a que su nivel de estrés es demasiado alto y cometen fallos y errores que no cometen en las clases prácticas. A su vez, para poder sacarse el carnet se
necesita pasar un reconocimiento médico de forma exhaustiva, por no decir que, si queremos mantener su vigencia, debemos de renovarlo cuando sea necesario, de lo contrario no podremos conducir y deberemos de seguir un proceso más complicado para poder volver a obtener la capacitación para llevar un coche.

¿Y EL DINERO?

No podemos dejar de señalar que tener nuestro propio coche requerirá un gran gasto monetario. Ya desde el momento de pretender sacarnos el carnet, pues necesitaremos hacer una gran inversión debido a que, sin ir más lejos, las clases y exámenes tienen precios realmente prohibitivos. Amén de que mantenerlo, y no solo comprarlo, puede resultar, y de hecho resulta, bastante caro, sobre todo en aquellos automóviles de gama alta. Pues en dichos coches cualquier reparación nos costará una verdadera fortuna. Pero incluso en los automóviles más habituales las reparaciones y revisiones, al igual que el mantenimiento general, supondrán un gran dispendio de dinero. Por ejemplo, si hemos de cambiar los neumáticos, si se funde algún piloto, si necesitamos cambiar los frenos, o aunque no sufra ningún daño o desperfecto por el uso, tendremos que seguir pagando tanto el carburante, que desde luego no es nada barato, como los seguros obligatorios por ley para poder circular, pues hacerlo sin ellos nos lleva a infringir la legalidad vigente, pudiendo ser penalizados de una forma drástica.

Por otro lado si nos vemos muy apurados y necesitamos un ingreso urgente de dinero podremos vender nuestro coche. De esta forma podremos obtener dinero rápido, aunque nos quedaremos sin medio de transporte, pero, quizás si vivimos en una ciudad pequeña o no lo usamos a diario no nos suponga una pérdida vital. También existe otra forma de conseguir dinero sin vender nuestro coche, hoy en día están de moda las plataformas destinadas a poner en contacto a conductores y pasajeros que pretenden hacer el mismo viaje, de forma total o parcial, tales como Blablacar o Amovens, estas ayudan a los conductores a sacarse un extra o a cubrir simplemente los gastos del viaje, mientras que los pasajeros pueden disfrutar de su viaje en coche de una forma más barata cómoda, y muchas la única posible, ya que hay trayectos que no se pueden realizar de otra forma por no haber autobuses u otros medios que permitan a esos pasajeros llegar a su destino.