Tener plantas en casa decora con elegancia muchas estancias, pero además también tienen efectos sobre nuestra salud tanto física como emocional. Actualmente la mayoría de la población reside en grandes ciudades que carecen de espacios verdes y lugares donde estar en contacto con la naturaleza, por lo que cada vez más personas se deciden a transportar una pequeña parte del mundo exterior a sus hogares.

¿CÓMO ELEGIR LA PLANTA QUE MEJOR SE ADAPTE A MÍ?

Existen diversos tipos de plantas con requerimientos diferentes. Si eres una persona despistada o muy ocupada, será conveniente que adquieras una planta cuyo riego no sea necesario realizarse de forma diaria. Si, por otra parte, eres atento y responsable, puedes optar por plantas que requieran riego diario y cambio de maceta cada poco tiempo (debido a su crecimiento).

Lo que debes hacer es seleccionar las plantas según el tipo de lugar donde las plantarás, porque las condiciones ambientales son imprescindibles para su buen crecimiento. Investiga sobre qué plantas son mejores para interior y cuáles son exclusivamente para exteriores, el tipo de clima y los cuidados concretos de cada una de ellas.

Por otro lado, las flores son una buena alternativa si te decides por una primera planta por la alegría que desbordan y cómo podrán influir en la decoración de la casa. Las flores sencillas y alegres como las anémonas, margaritas o los girasoles dan mucha vida a tu hogar por los colores y la forma silvestre que poseen.

ALGUNOS CUIDADOS BÁSICOS PARA LAS PLANTAS

– Abono: cuidar la tierra en la que crecerán tus plantas es una de las partes más importantes. Puedes fabricar tu propio abono y, de paso, aprovechar los desechos caseros, o adquirir fertilizantes en tiendas, ya sea en forma de spray o en polvos. La periodicidad con la que abonar nuestras plantas vendrá determinada por el tipo de planta que sea, por lo que no hay unas directrices generales. ¿Por qué es tan importante abonar? Bien, ni las tierras naturales ni el sustrato de tiestos y macetas tienen nutrientes infinitos. Cuando sus vitaminas y minerales terminan, llega el momento de abonar. Los macronutrientes primarios para sustentar las flores son el nitrógeno, el fósforo y el potasio, entre otros. Estas necesidades alimenticias dependen de cada especie vegetal, y en consecuencia, el nivel de consumo de cada una difiere. Lo que sabemos es que una vez se acaben los nutrientes, la planta no podrá seguir alimentándose, lo que le llevaría a la muerte.

Si te ha gustado la idea de hacer tu propio abono puedes utilizar desechos como restos de hojas, podas, ramas, cáscaras de frutas y verduras, restos de hierbas, papel, cartón, cenizas y cáscaras de huevo. Deberás tener mucho cuidado en no incluir materiales como plástico, vidrio, metales, cáscaras de patatas y naranjas (acidifican la tierra), comida que esté cocida o restos de carne (atrae a otros animales). En primer lugar, coge una maceta o un recipiente metálico y colócale una capa de dos centímetros de materia orgánica que se encuentre totalmente mezclada y triturada.

Más tarde, humedece con agua intentando que no quede mojado, sólo húmedo. Esto lo lograrás añadiendo agua en pequeñas dosis y esperando a que sea absorbida para poner más. Luego, coloca una capa fina de tierra normal para que el proceso de descomposición avance. Por último, debemos ir colocando los residuos orgánicos a medida que los producimos. Lo dejaremos reposar un par de semanas para que aumente su temperatura y será necesario remover el abono cada poco tiempo y taparlo con algunas ramas para que la temperatura se conserve.

– Limpieza: recuerda limpiar el polvo y otras sustancias de las hojas de tus plantas usando un paño humedecido. Además, se recomienda prestar atención a la presencia de manchas en las hojas que podrían suponer algún tipo de enfermedad presente en nuestra planta.

– Trasplantar: las raíces de las plantas crecen y necesitan lugares más grandes donde instalarse. Sin embargo, existen plantas muy pequeñas y que apenas crecen, por lo que no tendrás que preocuparte si no quieres dejarte el sueldo en macetas.

– Luz: hay que tener en cuenta la orientación de nuestra casa antes de hacernos con las especies que queramos obtener. Para empezar, cada planta necesita una cantidad determinada de horas de luz y, en eso, la orientación tiene un papel determinante. Una casa orientada al sur recibirá mucha más luz que otra orientada al norte, por lo que si tu casa tiene orientación norte elige plantas resistentes que no necesiten mucha luz solar. Y si, por el contrario, está orientada al sur o al oeste recuerda protegerlas en verano.

Tener plantas en casa influye en nuestro bienestar psicológico y emocional

¿CÓMO COLOCO MIS PLANTAS?

Bien, una vez hayamos adquirido nuestras plantas y sepamos cuál es el lugar de la casa más idóneo para ellas, existen diversidad de formas originales para decorar nuestro hogar. Tenemos diferentes opciones como colocar muchas plantas pequeñas de distintas formas en mini-macetas, colgarlas de la pared como alternativa a poner un cuadro, en macetas de barro de diferentes dimensiones sobre un taburete o mesita auxiliar de madera, en cestos de fibra para añadir un toque más rural, en tazas, mugs o copas que actúen de macetas, con botellas de plástico cortadas y colgadas delante de la ventana, y un largo etcétera que puedes ir descubriendo a medida que te adentres en el maravilloso mundo de la decoración con plantas.

PRECAUCIÓN CON LAS PLANTAS VENENOSAS

Existen plantas tóxicas tanto para nosotros como para nuestras mascotas, por lo que debemos aprender a identificarlas correctamente. Aunque en la mayoría de los casos solo presentan peligro si se comen o se tocan no debemos dejar de tenerlas en cuenta. Algunas de las especies más comunes que crecen en el interior de las casas son:

Filodendro: se caracteriza por sus abundantes y brillantes hojas verdes y las más comunes en el interior son trepadoras. No hay ningún peligro mientras no se consuma, por lo que será necesario asegurarse de que no se encuentren al alcance de nuestros animales ni niños pequeños en edad de investigar y llevárselo todo a la boca. Es importante recalcar que todas las partes de la planta son venenosas (raíces, tallo y hojas) debido a la presencia de oxalato de calcio en ellas. Otras plantas que también contienen este principio activo causante de irritación oral, vómito, quemazón de la boca y dificultad para tragar son la Schefflera y la Lila de la Paz (azucena).

Potos: si es masticado o ingerido puede provocar irritación e inflamación de los tejidos orales y otras partes del tracto gastrointestinal.

Hidra: su consumo puede causar vómitos, dolor abdominal, hipersalivación y diarrea.

Crisantemo: provoca un desequilibrio gastrointestinal y, en casos extremos, pérdida de coordinación.

Kalanchoe: contiene componentes tóxicos para el corazón y pueden afectar seriamente al ritmo cardíaco.

Ciclamen: contiene ciclamina, cuya concentración más alta por lo general se localiza en la parte de la raíz. Si se la consume, puede producir irritación gastrointestinal significativa, incluyendo vómito intenso. También se han reportado muertes en algunos casos.

Tulipán: contiene toxinas que pueden causar irritación intensa gastrointestinal, incremento de la salivación, pérdida de apetito, depresión del sistema nervioso central, convulsiones y anormalidades cardíacas.

VENTAJAS

Las plantas oxigenan el ambiente. Es cierto que la mayoría de las plantas realizan la fotosíntesis, proceso por el cual consumen dióxido de carbono y expulsan oxígeno al exterior, exclusivamente durante el día, y producen por la noche el efecto inverso. Sin embargo, el balance total es muy positivo, proporcionando una mayor cantidad de oxígeno del que consumen.

Proporcionan una sensación de tranquilidad que relaja, anima y reduce el estrés. En ocasiones se utiliza como terapia complementaria contra la depresión.

Hidratan nuestra piel. Las plantas llevan a cabo un proceso llamado transpiración que consiste en la liberación de vapor de agua cuando la temperatura es elevada. De esta manera, humidifican el aire que nos rodea.

Se puede utilizar como objeto decorativo para todos los gustos, ya que existe una inmensa variedad de formas y colores de plantas.

Algunas de las plantas proporcionan condimentos como la albahaca o el perejil que podemos utilizar en nuestras exquisitas comidas sin necesidad de ir al supermercado más cercano a adquirir estos productos.

Regar las plantas, abonarlos y verlas florecer es un proceso terapéutico porque incrementa la autoestima y la sensación de responsabilidad, transformándose en un reto estimulante para muchas personas.

Atenúan los ruidos internos y externos, retienen el polvillo y ofrecen un efecto sedante en los que viven en la casa, si son verdes (en cualquier intensidad y tonalidad).

Reducen la sensación de fatiga puesto que captan el polvo y remueven agentes patógenos, descendiendo su presencia en el aire y disminuyendo de esta manera la sensación de fatiga provocada por una atmósfera cargada.

Proporcionan sensación de compañía, especialmente importante si vivimos solos.

DESVENTAJAS

No hay que olvidar que las plantas son seres vivos y, por tanto, necesitan unos cuidados básicos. Si bien es cierto que sus requerimientos son mínimos (luz, agua y un poquito de abono bastará) debemos tenerlos en cuenta y no olvidarnos de ellos. A diferencia de una mascota, la planta no emitirá ningún tipo de sonido ni irá a buscarte cuando tenga hambre o sed, por eso se requiere una mínima atención diaria hacia ellas.

Los fertilizantes son caros.

Algunas de ellas son venenosas.

¿te gustan las plantas? ¿tienes alguna en casa? Si es así, ¿qué os aportan a ti y a tu hogar? Cuéntanos tu experiencia en la cajita de comentarios