Conoce las ventajas y riesgos de confesarse, y como la religión católica alienta este acto tan ortodoxo

Todos tenemos cierta inclinación a cometer errores, y de acuerdo a la religión que practiquemos es bueno confesarse. Si bien nos equivocamos, no es bueno negarlo. En realidad, sería un acto tonto porque finalmente nos engañamos. La confesión es un sacramento de la Iglesia católica como medio de comunicarle a Dios nuestros pecados, pidiendo la absolución que es dada por el sacerdote. Es una forma para purificar el alma ya que desde ese momento, mejora la relación con la comunidad en la que se participa.

Además, es imprescindible para recibir otro sacramento que es la comunión. En la preparación ofrecida por un representante religioso, se enseña cómo realizar un análisis de las vivencias y acciones que incumplen con los mandamientos. Son una serie de tareas que, para los creyentes, forma parte de su fe y les motiva ser mejores personas. ¿Es realmente necesario confesarse? ¿Cómo influye ese sacramento en el bienestar emocional?

Para dar respuesta a estas incógnitas, descubre en el siguiente las virtudes y desventajas de confesarse.

VENTAJAS

Libres de culpa. Antes de confesarse se recomienda a los creyentes realizar un examen de conciencia. De este modo se repasan los momentos en los que se han cometido malos actos. Sirve también para evaluar qué motivos nos llevaron a esas circunstancias, las personas que afectamos y como podríamos resarcir el daño.

Somos escuchados. Muchas veces estamos agobiados y estresados por los problemas del día a día, olvidando asistir a encuentros religiosos o compartir con amigos para desahogarnos. Está comprobado que hacerlo frecuentemente ayuda a liberar tensiones y encontrar una salida para relajarnos. Por tanto, confesarse es también una herramienta para recibir un consejo y atención que logra cambiar la manera en que vemos las cosas.

Paso para comulgar. Para participar del sacramento de la comunión es importante estar bien con nosotros mismos y la comunidad religiosa que nos acompaña, siendo el primer paso la confesión. Una vez cumplida la penitencia que el sacerdote impone, los feligreses están en armonía con Dios y tienen la posibilidad de recibir uno de los eventos que más une su fe.

Satisfacción de hacer lo correcto. El arrepentimiento sincero es importante durante las confesiones ya que condiciona a la persona a darse cuenta de sus errores y que no debe caer en estos nuevamente. Tras recibir la absolución por parte del sacerdote, los cristianos se sienten mejor consigo mismo y viven bajo la gracia de Dios en cumplimiento con sus mandamientos.

CONFESARSE - ¿CUANDO PELIGRA EL SECRETO?

DESVENTAJAS

Desconfianza. Se considera que la imagen de Jesucristo yace en el sacerdote, razón por la que es el encargado para la absolución. Sin embargo gran parte de la comunidad que asiste a los templos le parece incomodo confesarse. Tal vez lo hicieron un par de veces por compromiso y luego por decisión propia abandonaron la costumbre.

Dificultad para reconocer las faltas. El acto de confesarse exige valentía y compromiso para contar absolutamente todos los pecados. Generalmente se emplea la realización de un examen de conciencia, pero no todos saben con claridad que decir. Los sacerdotes explican que la principal guía son los mandamientos, y que de acuerdo a estos verificamos en que hemos faltado. Aun así, las confesiones no son completas, lo que también incurre en un pecado.

Es un hábito que se ha abandonado. En los últimos años se ha perdido parte del respeto que comúnmente tienen los sacerdotes porque muchos representantes del clero se han visto envueltos de escándalos públicos. Personas de otras religiones e incluso católicos, están en contra de las directrices que por años se han impuesto, pues estos son seres humanos como ellos y también cometen pecados.

¿A qué religión perteneces? ¿Eres católico? ¿Participas de la Eucaristía? ¿Te has confesado? ¿Consideras que es necesario? Anímate y comparte tu opinión del tema en la caja de comentarios ¡Te leemos!